◇ Numbers ◇

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Un pequeño Namjoon de solo 5 años jugaba con uno de sus rompecabezas de Plaza Sésamo y estaba por terminar de armar el cuerpo de Elmo cuando escuchó gritos provinientes de la cocina y eso le asustó. Dejó de lado su juego y se dirigió hacia el lugar donde estaban sus padres los cuales se gritaban y señalaban el uno a otro, el pequeño no entendió por qué.

—¿Mami...?— preguntó el niño entrando por la puerta y encontrándose con un caos.

Sus padres cesaron sus gritos por un momento al darse cuenta de la presencia de Namjoon. Su madre salió en dirección a él y tomó su rostro con sus manos.

—Namjoon— el rostro de ella reflejaba clara preocupación.— Ve a tu cuarto y mamá llegará pronto, ¿sí? Ve a jugar allí.

El pequeño asintió siguiendo las indicaciones de su madre; Namjoon era un niño obediente. Dió una última mirada a su padres y se dirigió a su habitación pero los gritos volvieron a paracer en cuanto cerró la puerta detrás de él.

Cuando estaba apunto de caer dormido sintió como la puerta de su habitación se abría y la figura de su madre aparecía. Ésta se acercó a la cama donde Namjoon descansaba y acarició con cariño su cabello.

—Hola pequeñín— sonrió y algo dentro de Namjoon se relajó.— Lamento mucho todo lo que pasó allá abajo; tu padre y yo discutíamos sobre unas cosas sin sentido pero eso terminó. Ya todo está bien.

Namjoon asintió y le dedicó una sonrisa a su madre.

—¿Terminaste tu rompecabezas, pequeño?- Namjoon negó con la cabeza.

—Sus gritos me asustaron mucho mami, tenía miedo— cubrió su cara con sus pequeñas manos, pues aún creía escuchar aquellos ruidos.

El corazón de su madre se hundió en pena.—Lo siento demasiado, amor mío. ¿Te cuento un secreto, Nam?— el pequeño salió de su improvisado escondite, pues la curiosidad de saber un secreto de su mami le emocionó.

—Cuando tengas miedo o te sientas nervioso cuenta hasta diez. Entonces tu mente se concentrará en los números y no en lo que te asusta, ¿entiendes Namjoon?

El moreno asintió y lo pensó, él era inteligente, él podía contar hasta el diez y más allá.

Con el paso del tiempo los padres de Namjoon seguían discutiendo. Sus peleas ocurrían con más frecuencia, más largas y más violentas.

—...24...25....26...27...— contaba mientras soltaba lágrimas y escuchaba cosas rompiéndose. Namjoon estaba muy asustado pero se concentraba en contar.—...28...29...30...

Y así comenzó su obsesión por contar en situaciones en las que se sentía nervioso, los números hacían que su ansiedad se calmara.

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—1...2...3...4...5...6...7...— Sintió su cabeza chocar contra el pecho de alguien y por un segundo perdió el equilibrio.

—¡Lo siento mucho!

Namjoon levantó su vista, se encontró con unos ojos preocupados y una sonrisa brillante. Se quedó callado mientras analizaba el rostro de aquél chico que no había visto antes. A Hoseok el hecho de que el otro no hablara y sólo lo veía comenzó a preocuparle.

—¿Te encuentras bien? ¿ocurre algo?

El moreno volvió a la realidad después de un viaje en el rosto ajeno y entonces solo asintió y rápidamente avanzó unos pasos dejando al extraño atrás.