Félix moría de sueño, cada día, la rutina se repetía, miraba el techo, contaba ovejas, tomaba té caliente, pero nada lograba dormirlo.
SeungMin insistía en que debía contarle sus problemas a alguien, o sino el insomnio nunca se iría. Sin embargo, Félix no confezaria que era alguien el que causaba su insomnio, y que ese alguien era alguno de sus propios compañeros.
Encerrado en su habitación, en el punto más alto del estrés, con ganas de gritar, deseaba que alguien estuviera a su lado, durante los primeros días, a nuestro pequeño Félix también se le dificulta dormir, principalmente porque ese no era su hogar, y fue a buscar a alguno de los chicos, al único que encontró despierto fue a ChangBin, el en ese entonces peli-negro le dio permiso de entrar a su habitación y quedarse a dormir esa noche, durante la noche el mayor consiguió relajar a su menor y consiguió que éste consciliara el sueño, al momento de despertar, por más que durmieron distanciados, amanecieron abrazados, ChangBin convenció a Félix de no decir nada al respecto, que ese sería un secreto entre ellos dos. Félix no dejaba de pensar en ese día, en como gracias a su estúpido insomnio se dio cuenta de que alguien, específicamente ChangBin, le gustaba.
Había pasado mucho desde ese entonces, actualmente su mayor portaba el pelo rojo vino bastante obscuro, hacia un buen contraste con su clara tez. Félix no tenía idea de si sus sentimientos eran correspondidos, mucho menos tenía alguien con quien hablar de estos temas, poder aclarar las cosas, he incluso llegar a confesar lo que sentía.
Durante mucho tiempo escribía cartas para su mayor, cartas que nunca eran entregadas, cartas en las que podía expresar lo mucho que anhelaba la compañía de su mayor, el cuál, por más desinteresado que sea, se preocupaba por su menor, si tan solo Félix supiera que sus sentimientos son correspondidos.
[...]
Era un lunes por la mañana, de nuevo el ahora rubio tenía muchísimo sueño, pero tenía práctica con los chicos, a pesar de sólo haber dormido aproximadamente dos horas, el menor se fue a la práctica con los demás.
Afortunadamente, en el vehículo, le tocó junto a ChangBin, fueron conversando un poco hasta que el mayor noto que Félix tenía mucho, mucho sueño.
- ¿No quieres dormir un poco?.
- ¿Ah?...
- Recuestate.
Palmeó su hombro indicándole a su menor que se durmiera ahí, después de cierto tiempo que estuvieron separados de manera prolongada, de nuevo están es aquella situación en la cual ambos se dieron cuenta de que se necesitaban mutuamente.
Durante el camino, ChangBin no podía evitar mirar al menor, con una expresión tan relajada, sintiendo esa necesidad de estar junto a el, de decirle día con día que lo amaba, decirle que no había por que preocuparse. Pero para desgracia del mayor, el pensaba que era el único que sentía eso de entre los dos.
[...]
La práctica concurria como regularmente, sólo el problema era con Félix, estaba excesivamente cansado, tanto que se quedó dormido en una esquina del salón. ChangBin notó a su menor, se acercó a el para acomodarlo con cuidado en su regazo, recordando la primera vez que tuvo al rubio entre brazos, fue accidental la primera vez, sin embargo, era algo que ambos deseaban.
- ChangBin, tienes que despertar a Félix para continuar con la práctica.
Dijo Chan de una manera muy egoísta, lo cual molestó al peli-rojo.
- No, está muy cansado, lo dejaré dormir y me quedaré con el.
- No estamos para juegos Chang, despiertalo para poder continuar, nos estamos retrasando por el.
