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con los ojos resecos y los labios con miles de palabras atrapadas sin poder soltar. decidí que ya era hora de salir y volver a vivir, o de vivir, si es que alguna vez lo había hecho. mirando mi reloj de muñeca a cada segundo como para recodarme que el mundo no se detenía si uno estaba roto, solo seguía avanzando, tal y como lo hacía ella.

mi amante no me amaba, ella amaba seguí adelante sin mirar por sobre su hombro.

lover; mccannDonde viven las historias. Descúbrelo ahora