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Jongdae era un cabro tranquilo, estudioso y aplicado. Aprovechaba la beca que consiguió en la Universidad de arte, sobretodo porque su mamita siempre lo estaba amenazando con sacarle la cresta si no aprovechaba y sacaba su titulo.
Por lo mismo siempre se quedaba hasta tarde en la U, estudiando más de lo que debería, pero a Jongdae le gustaba ser responsable y destacado para llenar de orgullo a su mamita. Sin embargo el quedarse hasta tarde le daba miedo, caminar por los oscuros y solitarios pasillos en la noche era como una tortura. Mas si le daban ganas de mear, porque se corria el rumor de que en la noche andaban fantasmas penando en los baños, espíritus de estudiantes que no soportaron la carga académica que la universidad les demandaba y terminaron quitándose la vida.

Una de las tantas ocasiones donde Jongdae salía casi a media noche, caminando hacia la salida le dieron ganas de ir al baño.

— Puta la weá .—dijo en voz alta—. Justo ahora.

Caminó un poco mas hasta llegar a unos baños donde, tranquilamente, se dispuso a hechar la corta. Siempre intentando pensar en cosas bonitas para no asustarse a si mismo. Estaba terminando cuando escuchó la puerta abrirse lentamente. Acto seguido se le apretó el culo.

Cagué conchetumadre.

Asustado se subió los pantalones (porque que vergüenza que lo pillen muerto con los pantalones abajo) y se quedó en silencio rogando que el espíritu chacarrero se apiade de él.

Escuchó una voz que no reconoció al instante, que no sonaba como un fantasma tampoco.  Se dió la vuelta como pudo en el cubículo para ver quién o quienes eran.
Era Kim Jongin el de la voz, un estudiante de danza que iba, si no se equivocaba, en su tercer año, pero en realidad la gente lo conocía por ser fleto, pero no cualquier fleto, sino EL fleto. A finales del primer año del moreno se decía en los bajos fondos que se comía con un actor de teleseries que había egresado de esa misma universidad dos años atrás, pero nadie pudo comprobar si eso era cierto y al final solo quedó en rumores.
Jongdae se preguntó que hacía ahí, quizás estaba con Do Kyungsoo, el actor que estuvo metido en esos rumores, pero se equivocó. Era Minseok, compañero de carrera de Jongdae, un weón que siempre iba a los carretes y que pololeaba de siempre con una cabra súper mina. El hétero mas popular y el fleto más popular solos en un baño por la noche.

Obviamente, el rubio pensó en lo más lógico, que quizás iban a comprar marihuana. Pero no dejaba de equivocarse en sus suposiciones. De un momento a otro ambos se empiezan a besar salvajemente, vió como Minseok subía sus manos por debajo de la ropa de Jongin mientras este gemía sobre el beso de la impresión.

Hueón, no que mierda. Pero Minseok es hétero, está pololeando. Conchetumadre que hago, tengo que contarle a la Nayeon, ¿me creerá?. Quizas no, son los dos weones con mas influencia y yo soy el weón que se queda hasta tarde en la U. Pero se armaría un escándalo. Ay, no, si no le digo mi hermana me va a sacar la mierda porque sororidad ante todo. Pero yo soy hombre, ¿como sería entonces? ¿Soy aliad-...?

El hilo de pensamientos de Jongdae se rompió cuando escuchó un gemido mas fuerte miró adelante y vió a Jongin de rodillas frente a Minseok que lo tomaba de la cabeza mientras movía sus caderas.

La garganta se le secó al rubio, pelinegro dejar de ver los movimientos de Minseok y como sus manos jalaban el cabello rosado de Jongin, cada vez mas rápido y profundo. Desvío su mirada hacia el rostro del pelinegro y pudo asegurar que nunca había visto algo tan erótico. Las expresiones de placer de su compañero de carrera lo habían hipnotizado y sus gemidos eran música.  Como caía un pequeño hilo de saliva de su boca entreabierta que bajaba a su cuello y se perdia por su camisa.
Jongdae rogó que haya sido producto de su imaginación pero en el momento en que Minseok tuvo su orgasmo lo miró, por ese pequeño espacio abierto de la puerta lo miró a los ojos.

Apartó la mirada, rojo hasta las orejas. Y escuchó como los dos hombres se despedían, recien ahí pudo soltar aire.

Tomó su mochila que estaba en el suelo, para irse pero,  puta la weá, la tenía parada.





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Hola uwu, hace mil años que no publicaba algo que escribía por un tema de vergüenza. Pero las cabras de chayannexo–l después de escuchar idea para una historia se entusiasmaron,  las tkm

Bathroom || Chenmin short ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora