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Jongdae se sentía nervioso, había pasado un día desde que visitó a Minseok y hoy debería volver a sus clases, no le gustaba faltar y no podía darse el lujo de faltar otro día completo. La vergüenza lo carcomía, mas aún al sentir un pequeño dolor en sus caderas al caminar.

Su primera clase la pasó normal, se distrajo en ella y no pensó en Minseok toda la hora, sin embargo, cuando fue al casino a comprar algo para calmar su hambre vió a lo lejos a Minseok besando a su polola y se le revolvió el estómago, sintiéndose un imbécil salió de ahí.

¿Porqué tengo que engancharme altiro?, pensó, recordando a su polola cuando vivía en el campo, a la cual amó mucho y que aun le guarda cariño.

Le quedaba caleta antes de su siguiente clase, le gustaban los jueves, solo tenía tres clases. Aburrido, fue hasta la biblioteca a estudiar. Se rió de él mismo, lo único que hacía era estudiar. Cuando le faltaban un par de metros para llegar sintió una mano en su hombro y la voz de Minseok en su oído.

—Bu. —susurró, haciendo que Jongdae saltara en su lugar—. ¿A donde ibaí'?

— A la biblioteca.

— Pucha, quería invitarte un pucho.—contestó, acariciando su mentón.

Jongdae con el ceño fruncido y los brazos cruzados, se apartó—. ¿Y tu polola?

Vió la cara sorprendida de Minseok—. ¿Que pasa con la Nayeon?

— ¡Es tu mina! ¡te la estai cagando con Jongin y conmigo!. —le gritó en voz baja.

Minseok  rió, miró a los lados para ver que no hubiera nadie en los pasillos y le dió un beso—. Acepta mi pucho y te explico.

Jongdae se sintió como un weón, pero aceptó su invitación. Caminaron por los pasillo, saliendo al exterior donde Minseok se detuvo apoyándose en una pared. Jongdae resopló, hacía el suficiente frío como para que su abrigo y su bufanda no impidieran que las bajas temperaturas lo atacaran.
Vió a Minseok sacar un paquete de Lucky Strike y un encendedor azul de su mochila, observando en silencio como encendía uno y se lo ofrecía, como si él no fuera capaz de hacerlo por si mismo, pero de todas maneras se lo aceptó. Después de que Minseok le diera una calada al suyo le preguntó—. ¿que querís saber?

Jongdae soltó el humo—. No entiendo como te la estai cagando tan a la ligera.

Minseok lo miró—. Te voy a explicar, pero esto no puede salir de aquí, no por mí sino por la Nayeon.—volvió a darle una calada a su cigarro y continuó—. Nos conocemos de cabros chicos, mi mamá trabajaba en la casa de la Nayeon, era su nana. Su mamá siempre fue... Exigente. Todo lo que ella hacía nunca parecía suficiente. —Jongdae no entendía porque eso sería relevante, pero prefirió callar —. A la Nayeon... A la Nayeon le gustan las minas. Su mamá se enteró cuando tenía como dieciséis, la iba a mandar lejos, yo no podía no hacer nada, es mi mejor amiga, ¿sabi?. —se rió con nostalgia—. Yo siempre supe, ella me contó primero que a nadie. Entonces, cuando se la iban a llevar, llegué y le dije que no, que con la Nayeon estabamos juntos, que lo que le dijeron sobre ella, era mentira. Estamos juntos desde entonces para el ojo de los demás. Ella vive con sus papás y a pesar de yo le dije a su mamá que se podía venir a vivir conmigo, para liberarla no la dejaron.

Jongdae estaba sin palabras —. Chucha...

—Sí, chucha. —le respondió Minseok—. En teoría esta wea se va a terminar cuando ella egrese de la U, pille pega y va a ahorrar, para tener su casa y no tener que depender de nadie. Unos cuatro años más.

— ¿ella sabe que tú y Jongin..?

—Sí y no, sabe que me meto con otras personas pero no sabe quién. Después de todo no somos una pareja de verdad. —lo volteó a ver—. Creo que la cagué con haber tirado contigo asi nomás.

Jongdae le sonrió —No, está bien. Me gustó.

—A mi igual. —le tomó la mano—. Me gustaria repetirlo, no sólo una, sino muchas veces. Ademas que aun no me contai la historia con tu polola del campo. —Minseok rió y el rubio lo imitó.

No te enganches.

Jongdae vio su teléfono para ver la hora y se asustó al ver que iba tarde a su siguiente clase—. Me tengo que ir. —dijo apresurado.

Minseok se incorporó — siempre me abandonai de la nada. —lo regañó en broma—. Me gustó conversar contigo.
—a mi igual, es bueno tener contacto humano de vez en cuando.

—Hablando de contacto humano, el sábado hay un carrete en la casa de Chanyeol, no se si queris ir.

— Yá, obvio, coordinamos por whatsapp, me tengo que ir. —dijo, retrocediendo sin dejar de mirarlo.

—Se te olvida algo.—Jongdae no entendió a se refería pero Minseok solo avanzó hasta él y le dió un pico en los labios, aprovechando que no había nadie—. Nos vemos.

Jongdae le sonrió y se dió vuelta para continuar su camino. Dió otra calada a su cigarro y botó el humo.

No te enganches.

Bathroom || Chenmin short ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora