Capitulo 4

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Después de ese incidente en mi casa, fingí un fuerte dolor de estómago para que mis padres no me mandaran a la escuela, funcionó, pero solo por un día, ya que mi madre me dijo que cuando llegara del trabajo me llevaría al médico, así que dije que ya estaba mejor y que no necesitaba ir al medico. Llegó el viernes Frederic me había invitado a salir así que ese día trate de estar lo mas cerca posible de él ya que no quería encontrarme a Damian en ninguna parte, ya era suficiente con tener que verlo tres días a la semana, lo peor que hoy me tocaba clase con él. 

Estaba tomando la clase de español, y la profesora es demasiado aburrida, así que empecé a dibujar en mi cuaderno sin prestar atención. Pasan un par de minutos y escucho como la puerta del salón es tocada. 

-Adelante- escucho decir a la profesora. No presto atención ni miro quién fue la persona que entró. 

-Buenos días profesora Ada, necesito a una estudiante de su salón, podría llamarla?- escucho esa voz y se me hace muy familiar. Levanto la cabeza esperando que la persona que mi celebro está procesando no sea, y cuando veo su rostro, bum es Damian. 

-Claro, quién es? 

-La estudiante Anastasia Wilson  

-Anastasia podría levantarse he ir con el profesor?- que tal si dejara que no (pensé). 

Me levanté de mi haciendo, sentía que con cada pasó que daba mi mundo se iba mas abajo, mis manos comenzaron a temblar y mis pies cada ves respondían menos a las indicaciones que les daba, era como si mi cuerpo detectara el peligro, el peligro que Damian representaba para mi. 

Llegué a su lado.

Todos los días en la escuela eran aterradores, cada vez Damian se acercaba más, las niñas me molestaban porque el profesor "tenia preferencias conmigo" pero lo que ellas no sabían era que vivía una pesadilla, los días que estuve castigada, le pedí de por favor a Frederic a que se quedara conmigo en el salón a lo que lo limpiaba para que Damian no tuviera oportunidad de estar a solas conmigo. Cada vez veía a Damian más fastidiado con el hecho de que no dejaba que Frederic se alejara de mí ni por un segundo, siempre estaba pegada a Frederic como una lapa. Hasta que Frederic empezó a notar que yo no me despegaba de él ni para ir al baño. 

-Oye Anastacia, quiero hablar contigo de algo que me ha estado rondando por mi cabeza desde hace algunas semanas. 

-Sí dime que es?

-Le tienes miedo a algo?- esa pregunta me puso nerviosa y él lo notó. 

-Yo, yo, yo no le tengo miedo a nada? Porque preguntas eso?

-Solo por curiosidad, es que últimamente cada vez que me alejo de ti, te pasas mirando para todos lados, como si te estuvieran persiguiendo. Sabes que puedes confiar en mi verdad? 

No sabía si decírselo o solo seguir con este secreto conmigo, ya que él me advirtió que si alguien mas lo sabía le podría pasar algo muy malo, y ya le he tomado mucho cariño a Frederic como para que algo malo le pasara. Yo lo quería mucho y tengo mucho miedo de que le pase algo malo.

-Estoy bien, solo que últimamente, me he sentido desconfiada y pues no se me siento extraña, pero si estás a mi lado me siento más segura, solo necesito que estés conmigo. 

-  Esta bien princesa- saliendo esa palabra de la boca de Frederic se sentía bien, pero cuando la escuchaba de la boca de Damian se sentía perturbadora. Frederic me abrazó y puso su quijada en mi cabeza y mi cara estaba en su pecho. Cierro los ojos por un instante y los abro en ese momento veo a Damian observándonos con una cara de molestia, me dio miedo, tenía miedo, así que lo único que hice fue incorporar más mi cara en el pecho de Frederic y voltear la hacía el lado contrario. 

-Me prometes que nunca me vas a dejar?- Alzo la cabeza para mirarlo y él se despega un poco sin dejar de abrazarme. 

-Te lo prometo- y me besa la frente, yo solo sonrío por el cálido tacto de sus labios en mi frente.


Ya era hora de salir de la escuela y Frederic me llevó a mi casa. Odiaba tener que llegar antes que mis padres, tenía un terror horrible al entrar a la casa sola, siempre pensaba que él podría haber entrado y estar esperando. Y no quiero invitar así porque sí a Frederic, podría pensar otra cosa equivocada.  

-Anastasia, sabes que estoy para ti en cualquier momento, llámame si necesitas algo, te quiero- me dice y me sonríe, y yo le sonrío de vuelta. 

-Yo también te quiero.

Salgo de su carro y llego a la puerta y entro a la casa. Miro a todos lados viendo que él no esté, ya que no hay ninguna señal de él voy al lugar mas peligroso, mi cuarto. Subo las escaleras despacio, trato de hacer el mínimo sonido. Llego a mi puerta y la abro de poquito en poquito. Veo por el pequeño espacio que hay y no hay nadie y abro la puerta completa. Después de ver que no hay nadie pongo la mochila alado de mi cama  y voy quitándome los zapatos y el abrigo que tenía. Busco una ropa más cómoda y empiezo a quitarme la ropa, en eso siento unas manos frías tocar mi cintura, en ese momento me paralizo, y siento una respiración un poco agitada. 

-Que te había dicho de Frederic?- escucho esa frase con odio y rabia y de un jalón me tira a la cama, y tiro un grito de asombro- te lo advertí!! no te quiero ver con él!!

Estaba muy asustada, él se tira encima de mí y me agarra las muñecas y me las pone enzima de mi cabeza, y me dice en el oido muy molesto.

-Porque se estaban abrazando? Soporté que estuviera entrometiéndose entre nosotros, pero que te toque, eso no lo voy a soportar, eres mía!!... eres mía... eres mía- estas ultimas palabras las dijo mientas me besaba el cuello. 

-Déjame por favor, no quiero que me toques, déjame en paz, te lo pido. 

-Lo siento cariño, eso no lo puedo hacer, pídeme otra cosa menos eso.  

-Te odio- le digo, en eso él se levanta muy molesto de encima de mi. 

-Sabes, te he tenido mucha compasión, desde hoy te irás conmigo. 




Mine Just MineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora