Capítulo 1: Carta de suicidio.

103 15 8
                                    

Querido Padre y compañeros de clases.

Antes que nada debo pedir disculpas por ser una persona débil.

Una persona que ya no es capaz de continuar con esta vida. Puede que parezca fuerte delante de todos, sonriendo y aunque no lo parezca duele por dentro, mantener una sonrisa que no es mía.

Es bastante difícil escribir una carta de este tipo y aunque sé que nadie lo leerá, dejare mis últimos deseos aquí.

No puedo quejarme de mi vida realmente. Nací en una familia de clase media, con Padres amorosos y un ambiente aliviador. Si todo hubiera seguido así, tal vez...

Si mi Madre no hubiese muerto aquel día, mi situación con mi Padre no estaría de esta forma. Por supuesto no culpo a mi Madre por ello, pero si esa pequeña posibilidad no hubiese pasado.

Cuando mi Madre murió en un accidente de tránsito, la personalidad de mi Padre dio un enorme vuelco. Comenzó a meterse al mundo de la bebida, tomaba desde la mañana hasta la tarde y luego dormía...solo para despertar y volver a tomar hasta el siguiente amanecer.

Una joven mujer logro sacar a mi Padre de ese mundo, estaba agradecido con ella. Dicha mujer hizo que mi Padre volviera a ser el amable hombre que era.

Ella era la luz que mi Padre necesitaba...

Pero eso solo era una fachada.

Descubrí que ella solo estaba tras su dinero y también lo engañaba. Éramos una familia de clase media, pero a mi Padre le pagaban mejor que a todos los empleados de su trabajo. Intente hacerle saber a mi Padre, pero él estaba cegado.

Me golpeo pensando que mentía una y otra vez. Hasta que un día exploto y nunca más me volvió a dirigir la palabra.

Duele, que la única persona que quieres no confié en ti.

No me mira los ojos y evita hacer cualquier contacto conmigo.

Mi depresión comenzó ese día.

Me aleje de mis compañeros de clases y aparte a mis amistades. Los cambios emocionales los cansaron.

Ya no confiaba en nadie, todos me dieron la espalda y me abandonaron. Pero sé que eso yo mismo lo provoque.

No quería decir cómo me sentía. Mis emociones y lo el sentimiento de ser reemplazado y ser un estorbo para todos, yo pensaba que era un dolor estúpido que no tenía sentido.

Aun cuando dolía no poder hablarlo, solo me escondía para llorar lejos de los demás.

Me pregunto si habrá alguien que me detenga antes de irme de aquí...

No vendrá nadie, lo sé.

Cada día que pasa es horrible, una vida de mierda que ya no tiene esperanzas ni un futuro al cual recurrir.

¿Estará mi Madre esperándome?

Aunque creo que no iré con ella. Esto es un pecado después de todo.

La felicidad de mis compañeros de clases no cambiara si no estoy, su futuro será el mismo.

Mi asiento vacío será tirado a la basura o usado por alguien más, porque alguien reemplazable como yo es fácil de encontrar.

Un error como yo se ira de este mundo frío y cruel. Una vida sin ningún sentido dejara de estorbar a los demás.

Y así me iré de este mundo. Un mundo que seguirá girando aun sin mí.

Tomare lo que le pondrá fin a mi vida en este momento.

Y mientras ustedes lloran, yo solo pediré disculpas una y otra vez.

Ya no estorbare.

Ya no lastimare.

Ya no me verán.

Ya no sentiré nada más.

Con esto me despido Padre.

Adiós Akamaru y Azumi.

Perdónenme por ser débil.

Kobayashi Touka.

Luego de escribir mis últimas palabras, lentamente coloque la boca del arma sobre mi cabeza y cerré los ojos al jalar el gatillo.

*BANG*

Un disparo resonó por toda la casa, un gran charco de sangre se había pintado en la pared de la cocina. Sentí un pequeño silbido resonando en mi cabeza antes de perder mi vida por completo...

Sabía que iría al infierno por hacer un acto pecaminoso como este, pero...

Nunca imagine que reencarnaría en otro mundo.

Fin del capítulo 1.

Imaimashī: Spirit chronicles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora