Te Guardo (Parte 1)

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Domingo 19 de Mayo

NATALIA

Me desperté exaltada por el sonido del despertador, pero el gruñidito mañanero de Alba consiguió relajarme.

-Nooo.... - Se quejó con la vocecita más rasgada de lo normal y se enganchó en mi cuerpo, echándome el brazo encima y escondiendo la cabeza en mi cuello. Me extrañó notar una respiración tan profunda, yo todavía estaba dormida y mantenía los ojos cerrados.

-¿Qué ocurre, mi amor? - Le pregunté acariciándole la nuca y disfrutando de la fina capa que la cubría. Alba soltó todo el aire de golpe, poniéndome la piel de gallina.

-Memorizando tu olor para no olvidarlo... - Susurró antes de sobetear la zona con su nariz, alternando el gesto con pequeños besos.

Despertarme así con ella era lo más maravilloso del mundo. Aunque lo normal era estar para arriba y para abajo, no terminábamos de acostumbrarnos a esta nueva vida. Habían organizado un concierto en Valencia para ella y, aunque me hacía increíblemente feliz todo lo que Alba estaba consiguiendo, también me apenaba no poder estar ahí para verla disfrutar sobre el escenario. La casa estaría vacía sin su presencia, sin su risa y su cariño infinitos.
Yo debía permanecer en Madrid, con la única compañía de Marta quien, al igual que yo, tenía que trabajar en el estudio. Marilia se había ido de viaje con Julia a Nueva York, así que tampoco estaría. Una segunda alarma del móvil la hizo despegarse momentáneamente de mí. Luego volvió a acurrucarse y el calor de su piel me hizo suspirar. Después de divagar unos minutos en silencio, sintiendo las caricias y los besos de aquella criatura pequeña, un nudo se me retorció en la garganta.

-Ojalá pudiéramos quedarnos así... Mil años... - Confesé con dificultad. Su risita vibró en mi cuello.

-Ay Nat... Mil años imposible, pero cien... - Me corrigió ella en un intento de hacerlo más real.

-En serio... - Suspiré abrazándola con fuerza y acariciándole la espalda y la cabeza.

-Ya verás lo rápido que pasan los días. Vas a estar a tope en el estudio y no te vas a enterar de nada... - Su tono adulzado junto a la suavidad de sus manos en mis mejillas me aflojaron el nudo de la garganta. Aquellos ojos ligeramente rasgados e hinchados por el sueño me absorbieron de tal forma que no tuve más opción que besarlos. Un beso calmado en cada párpado, en la nariz, en los labios... Cuando me separé de ella mantenía una sonrisa serena que me llenó de paz. Abrió los ojos y me enfocó las pupilas colocando de nuevo las manos en mis mejillas.

-Eres preciosa... - Su forma de decirlo siempre me cogía de imprevisto, como si fuera la primera vez que lo decía. Me besó con más fuerza, intentando que aquella palabra penetrara mi piel.

-Tú si que eres preciosa. Eres la más guapa de España.

-¡Ah! ¿De España sólo? - Jugueteó Alba, reinventando la broma con la que respondía a la frase que le había repetido cien millones de veces.

-Cariño es que... Teniendo a Lauren en América, Angele en Francia... - Comencé a enumerar la lista de sex symbols que la rubia y yo teníamos en común. Sin obviar las voces, por supuesto.

-Bueno, va... Te perdono porque la competencia está demasiado alta para este metro cincuenta.

-Qué tonta eres - La llené de besos por toda la cara hasta llegar a su cuello y Alba se quejó por hacerle cosquillas. Me mordió el antebrazo y luego subió hasta mi cuello. - Pequeña pero matona... ... Oye... ¡Para, para! Que sino vas a perder el avión - La aparté de mi yugular y ella sonrió pícaramente, hundiendo el labio inferior bajo sus incisivos.

-Ya sabes que me despierto intensita... - La oscuridad de su tono me desconcertó, nublándome la vista por un instante.

-Tienes un peligro... - Le azoté un cachete y Alba soltó una carcajada. - Anda tira... Tira para la ducha. - Me robó unos cuantos besos más y se fue recogiendo el pelo de camino al baño.

TE GUARDO [One Shot Albalia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora