TE GUARDO [One Shot Albalia]

Te guardo (Parte 3)

Solo, creo que lo he perdido todo
La vida es suficientemente contundente 
Como para andar llorando por ahí
Somos ingobernables por el oro
Nuestra esperanza es suficiente para verte Cada noche, aunque ya te fuiste

Vuelo (Uuh) Con mis cadenas sobre el cielo (Uuh) Lo dijo el Migue que nos quieren amarrar
Pero el collar nos queda grande y el bozal (Uuh)Si, alguna vez, me ves caer preocúpate por si miento

Siento que pertenezco a este momento
El mundo es un lugar inhóspito y cruel
Y ya no espero casi nada del rival
Lento, esto es el puro sentimiento
Es como un gol en el descuento 
Que nació de las entrañas y te llega al corazón
Nunca
Nunca me voy a rendir, nunca
Por muy maldita que sea la maldición
Que nos echaron sin ninguna concesión

Si, alguna vez, me ves caer,
preocúpate por si miento
Solo
Creo que lo he perdido todo
Todo

Alba me había enseñado esta canción semanas atrás y hoy había necesitado dejarla en bucle. Me sentía tan identificada con algunas frases que me daban punzadas en el pecho. Haber mantenido escondida la ansiedad durante tanto tiempo había convertido el sentimiento en una bola gigante que se me atragantaba y no me dejaba respirar. Necesitaba llorar. Necesitaba soltarlo todo hasta quedarme vacía, así que aproveché su ausencia y fui dejando pedacitos de mí sobre la almohada, para después apilarlos entre mis manos y unirlos con sumo cuidado.
Era un proceso delicado pero así debía hacerse: Destruir y Reconstruir.
De la nada al todo.
Así era.

Después de desahogarme con Ed Maverick decidí terminar de reventarme con el desgarro de David Ruiz.

Nuestra esperanza es suficiente para verte cada noche, aunque ya te fuiste...
Lento, esto es el puro sentimiento...

Imaginaba nuestros cuerpos sedosos acariciándose entre las sábanas, sus pies fríos buscando cobijo entre mis tobillos, sus ojos dorados observándome sin decir nada, porque ya lo habían gritado todo.

Solté un suspiro rasgando las entradas de mi pelo, estirando mis sienes en el recorrido. Menos mal que me había desmaquillado antes de tumbarme, o lo habría arruinado todo.
El tiempo pasaba tan lento y la cama se quedaba tan grande... La nocturnidad era el peor momento del día para cualquier ser humano, en especial para una persona que estuviera enamorada.
Enamorada...
Le había dicho que la quería, que la amaba. Se lo había dicho tantas veces que había perdido la cuenta.
¿Pero enamorada? ¿Alguna vez le había dicho que estaba perdidamente enamorada de ella? No, nunca.

Cuando me llamó al teléfono sentí la urgencia de soltárselo, pero no iba a ser tan egoísta. Era su noche y estaba disfrutando de la compañía de su familia. Además, tenía que decírselo en persona. No podía soltarle aquello y que la insufrible distancia convirtiera un momento tan especial en un sonido frío haciendo eco al otro lado del teléfono.
Justo entonces algo vibró sobre la mesita de noche.

"Cómo está mi niña preciosa? Has cenado ya?"

Sonreí ante la coincidencia. O tal vez había sido algo más que pura casualidad. Quizás la conexión que había entre nosotras no tenía límites. Lo segundo no era tan lógico como lo primero, pero me agradaba imaginarlo de ese modo. Ella era mi ángel de la guarda, cuidando de mí hasta en la distancia.

"Aún no, estoy esperando a que lleguen las niñas para pedir algo. ¿Cómo lo estás pasando amor?"

Ignoré la primera parte de su pregunta para no entrar en detalles. Ni loca iba a contarle que había pasado una tarde tan sumamente melancólica que había acabado llorando hasta reventar.