11- ❝Min YoonGi, desaparecido❞

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Al salir del baño, vestido con una remera gris oscura y unos pantalones negros bastante holgados, con los hombros algo mojados por lo húmedo de sus cabellos, YoonGi fue hacia la cocina, viendo que Taehyung no estaba en el dormitorio.

─¿Hyung? ─ preguntó, viendo al pelimiel, de espaldas a él, sosteniéndose con fuerza de la encimera de la cocina.

─No tomaste los supresores ─ dijo.

YoonGi no contestó, no sabía qué le estaba pasando a Taehyung.

Taehyung giró un poco el rostro para mirarlo de reojo.

─YoonGi, ¿Sabes que acabas de entrar en celo?

YoonGi se sorprendió un poco, se le había olvidado completamente el tema de su celo, al punto de ignorar el por ahora leve dolor en la parte de su abdomen, había estado muy ocupado sintiéndose mal emocionalmente como para pensar en eso.

─Tu olor me está volviendo loco, YoonGi, vé a tomartelos ─ se notaba que Taehyung estaba apretando sus dientes.

YoonGi reaccionó y fue hasta el cuarto, donde, sobre el escritorio, descansaba la cajita con los supresores.

Decidió no volver a la cocina por agua, y en cambio fue al baño, haciendo un cuenco con las manos para tragar la pastilla.

Luego, con precaución, se asomó de nuevo en la cocina, está vez, para ver a Taehyung preparar algo de comida.

Taehyung sintió el olor de YoonGi de nuevo, volteando a verlo.

─Ya los tomé ─ dijo el omega, antes de que el otro lo preguntara.

─Supongo que tardará un rato en hacer efecto ─ dijo el mayor, con un suspiro ─. Siéntate, que aún debes comer.

Taehyung le sirvió una generosa ración de arroz, y YoonGi sabía que no lo dejaría irse hasta terminarlo todo.

Un poco alejado, Taehyung intentaba distraerse del olor del omega.

Antes, en el baño, cuando YoonGi había salido de la bañera, Taehyung había visto demasiado bien su cuerpo, sumado a que su aroma dulce, de manzanas y caramelo, se había hecho más fuerte, aunque quizás era maximizado por el hecho de que el olor a tristeza de antes se había ido, dejando el dulzón.

Pero Taehyung no se podía olvidar de unas ganas enormes que tuvo de besar al omega, y algo más.

Se preguntó si quizás, cuando decidió hacerle caso a su lobo, se había dejado llevar bastante, doblegandose al punto de hasta llegar a bañar a YoonGi, todo porque en su pecho, sentía le necesidad de mimarlo, y cuidarlo como no lo había hecho antes.

Y ahora, a pesar que estaba un poco más calmado, y que el olor de YoonGi también, sentía la necesidad de salir corriendo de aquel lugar.

Pero no podía hacerle eso a YoonGi ya bastante lo había afectado al irse la noche anterior.

Recordando cómo había pasado toda la noche soportando el frío de principio de invierno hasta llegar a una estación de servicio, que abría las veinticuatro horas, dónde tomó café hasta terminar de liquidar toda chance de dormirse; pero no tenía ganas de hacerlo de nuevo.

Cuando YoonGi terminó su comida, se volteó un poco para verlo, Taehyung sólo tomó el plato, diciéndole que vaya a la cama y que él iría luego de lavar.

Dicho y hecho, Taehyung entró al dormitorio para encontrar que YoonGi había acomodado las sábanas, haciendo la cama de forma prolija, para luego abrir las sábanas, aunque no se metió en estas.

─Taehyung hyung, ¿podría entrar usted primero?

Taehyung frunció el ceño.

─Así no podrá irse ─ explicó YoonGi, sonrió un poco ─. Estará entre mí y la pared.

delta ━ taegiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora