Nightmares (Hayes Grier)

Los sueños empiezan a surgir . capitulo 2

Mucho gusto.

Nadie nunca luego de ser nueva en un colegio me había dicho algo como eso, niquiera se acercaban a hablarme, me trataban solo como la niña nueva y no le daban importancia.

De pronto estaba perdida en los ojos de Hayes, un color azul penetrante que me llamaba mucho la atención, sus pupilas se empiezan a dilatar y por el salón entra una chica como llamando la atención se todos.

Hayes: bea, sera mejor que te pongas en otro pupitre, este ya esta reservado y no quiero que tengas problemas.

Sin entender mucho lo que me decía Hayes tome mis cosas y me corrí al de al lado, en el pupitre en el cual estaba anteriormente se sentó una niña ( la cual era la que estaba entrando) de una estatura mediana, me día aproximadamente 1,68 con pelo negro brillante muy fino, del mismo uniforme que yo llevaba, unos ojos verdes claros y largas pestañas con un poco de rímel, llevaba un maletin negro y brillante.

La chica no me causo tanto la atencion, de pronto se acerca a hayes y la da un gran beso en los labios.

Genial, el chico que me había atraído un poco tenia novia.

Veo como la chica le dice algo a hayes en el oído con la intención de que yo escuche.

Xxx: que hacías hablando con esa niña? - dice desafiante.

Hayes: kim tranquila, es solo una chica nueva, estaba siendo hamable con ella.

Al parecer a la chica no le agradaba tanto, igual que a los demás colegios que iba, no le agradaba a nadie.

Llega el profesor y me siento en el pupitre al igual que todos los demás.

Profesor: Muy buenos días alumnos! Espero que estén contentos de su primer día de clases.

Todos abuchearon y se escuchaban risitas por algunos lados, yo solo ponía atención y no causar gran impresión.

Profesor: bueno como saben tenemos una compañera nueva.

Hay no, esta era la parte en la cual me tenia que presentar o la cual todos me daban la bienvenida, y para mas remate ni el nombre del profesor me sabia.

Profesor: bueno Beatrice me presento, mi nombre es michael, espero que el curso te acoja y te sientas lo mas comoda posible - toma una pausa y luego sigue con su explicación. Bueno alumnos todos a la sala de computación.

Sin mas que decir me sentía aliviada al lo haberme presentado enfrente de todos.

Me dirijo a la puerta y tropiezo con el desnivel que hay luego de la puerta.

Que vergüenza, supongo que este era la pesadilla que había tenido, todo calzaba, la chica con el maletín y luego yo cayendo. Que bochorno, tenia las rodillas peladas y todos se estaban riendo de mi, sentía las lágrimas que se salían de mis ojos, no quise hacer nada mas que salir corriendo a la primera parte que se me ocurriera.

Sentí a alguoe que me seguía pero no le di importancia.

Llegue a un lugar un poco apartado de la sala de clases, había un gran árbol al lado de la cancha en la cual practicaban fútbol, el pasto era muy largo en ese lugar, el sol me llegaba a la cara.

Seguía llorando y pensando en lo que acababa de pasar, seria uno de esos colegios en los que me molestan tanto? Tendría que cambiarme nuevamente de colegio? Lo mas malo de mis pesadillas es que si ellan provocan que esto pase o son las que me avisan algo que va a pasar.

Lo peor de todo es que nunca tengo sueños lindos.

Escucho que alguien se acerca a mi y se sienta al lado mio, no puedo reconocer muy bien quien es.

Beatrice: por favor dejate, solo quiero estar sola.

Hayes: no dejare que te sientas mal o inferior a nosotros por ser nueva, yo te puedo ayudar y hacerte sentir parte de nosotros.

Hayes se puso de cuclillas junto a mi y apoyo su brazo sobre mi hombro Miéntras yo todavía derramaba algunas lágrimas.

Beatrice: muchas gracias hayes pero no hace falta, mi vida esta hecha para pasar por estas cosas y sentirme aparte de todo.

Hayes: Escuchame, no quiero que te sientas mal, yo te voy a ayudar a hacer nuevos amigos, yo quiero ser tu amigo, y no dejare que llores por una cosa tan ridícula como esa, se que no te conozco del todo bien pero me gustaría conocerte - dijo mientras con sus manos tocaba mi barbilla, nos mirábamos uno al otro.

Ese sentimiento de importarle a alguien se sentía bien, nunca alguien me había dicho tal cosa, hayes era una persona dulce, se notaba que le preocupaba.

Sin nada mas que hacer me deje llevar por el momento y le di un fuerte abrazo que pareció durar horas, sus abrazos eran cálidos y llenos de amor. Me sentí avergonzada y ruborizada.

Hayes: si quieres después de clases puedes ir a mi casa y hablar un poco sobre ti y sobre mi, así conocernos un poco mejor.