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LA INOCENTE

— Santiago yo solo quería llevarme bien con ella y comenzó a insultarme —dice con una voz fingida

— Brenda es cierto eso.

— No ni aunque estuviera loca pero aya tú si le quieres creer a tu bruja — me giro y me toma de la muñeca.

— Espérame tenemos que hablar — me suelto.

— No tenemos nada de que hablar solo dile a esta barracuda que no me vuelva a llamar enferma mental ok —lo miro fríamente y me alejo lo más que puedo de él.

— Ivóne ¿que es lo que estás buscando?

— Yo nada — me dice indiferente.

— Yo —  esto — no podemos seguir a si.

— Estas tratado de terminar conmigo.

— Lo siento.

— Sabes que mejor no hables  lo que quieras,
La amas a ella ¿no?

— Eso nunca cambio creí creerlo pero.

— Esto no se quedará a si me las vas a pagar Santiago me vas a conocer.

Erick

Voy hacia la práctica de basketboll  y topo con Ivóne la novia de Santiago.

— ¿Te encuentras bien?

Ella está llorando

— ¿Por qué lloras?

— Santiago ha terminado conmigo la sigue queriendo.

— Ivóne no llores él  no vale la pena.

— No claro que no vale la pena me va a conocer no permitiré  que sea feliz con esa.

— Yo lo intente pero no lo logré.

— Pero juntos lo lograremos.

Santiago

— Estoy buscando a Brenda en el campus pero ahora que la encuentro está con Willem necesito hablar con ella pero como.

Me acerco

— Te veo en la salida bonita.

— Claro.

— Ah hola San luego los veo — él se va trato de hablar con ella espero no se  enoje

— Ya estás más relajada.

— ¿Que quieres decir con eso?

— Pues como hace un rato no quisiste hablar conmigo.

— Y que es lo que quieres.

— Que estoy enamorado de ti eso nunca cambio.

— Jaja claro ahora sales con eso.

— Brenda termine a Ivóne — la noticia la ha dejo perpleja.

—¿Que fue lo que hiciste? ¿porque la terminaste?

— Porque te amo a ti ¿tú porque que crees? —  acarició su mejilla

— Santiago por favor no digas eso.

— Yo no la amo mi corazón te corresponde a ti solo a ti —  doy un paso más hasta que quedamos a dos centímetros la tomo de las mejillas la beso sin importar quien esté.

Corresponde a mi beso me toma del cuello la abrazo.

— Por favor linda quiero estar contigo jamás volveré a perderte.

— Santiago yo no puedo discúlpame.

— ¿Pero por qué? — digo triste.

— Él!! no puedo dejarlo no seré como tú.
Debo ya irme — se limpia una lágrima.

¡¡No puedo!! no la perderé esta vez.

— San.

— ¡¡César!! — Nos quedamos completamente en silencio hasta que decidí decir lo que espera que le diga.

— Nos viste.

— Sí pero no te preocupes no le diré a Will nada es mi amigo pero la verdad es que yo los comprendo aún se quieren.

— ¿Como la recuperó? ella no quiere  nada conmigo acaso está enamorada de él.

— Solo no quiere herirlo yo estoy seguro que ella te quiere a ti.
Vamos por unos chocolates para que te sientas mejor compadre — Golpea mi brazo levemente.

— ¡Chocolates! ¿porque? ¡chocolates!

— ¿Que? es lo que se hace para curar las penas.

— ¿Como crees eso? acaso tú lo hiciste.

— Sí cuando Sara regreso con max.

— Estas enamorado de Sara

— Sí pero ya estamos igual ella fue muy clara conmigo.

— Pues te digo lo mismo algún día ella volverá contigo arrepentida.

— Terminaremos viejos y acabados sin chica — ambos estamos recargados en la pared del colegio.

— No perderé mi belleza y  si mejor nos vamos  a enterrar en una cápsula del tiempo para mantenernos jóvenes.

— Ja bueno fuera.

— ¿Que traen ustedes?

— Queremos ser jóvenes — dice César

— Son jóvenes.

— Por eso Will.

— Que nuestra juventud nunca acabé si no seremos unos ruquitos con bastón solos y solteros.

— Que quieren decir con eso,
Acaso San ya no estas con Ivóne.

— ¡No terminamos está mañana se estaba peleando con Brenda y obvio la defendí por qué la llamo loca mental e inventó cosas de ella y no me pareció que siguiera insultandola.

— Eso sí no me la esperaba.
¿Que vas hacer?

— Nada por eso estamos diciendo César y yo que preferimos ir por chocolates para las penas  quieres venir.

— Mejor después los alcanzó llevaré a Bren a su casa —  ella aparece y Will la toma de la mano busco su mirada pero ella solo mira la nada ignorandome.

— Nos vamos will o te quedaras con tus amigos.

— No te preocupes ya les dije que los veré  en un rato —  se van ella sin mírame y yo muriéndome por dentro mi corazón lo siento romperse lentamente.

— Eso crees ella ya no siente nada por mí — caminamos con la triste realidad.