Capitulo 2

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Amanecía en el horizonte, vi como el sol salia y me quemaba los ojos, con cuidado de no despertar a mi acompañante Raul... creo que se llamaba,me movi de la cama para poder levantarme, pero mi plan fallo, apenas movi y él se despertó.

-A donde crees que vas- Me pregunto como sí me estuviera escapando de el.

-Sólo iba al baño- sonrei falsamente para que no se diera cuenta que en verdad sí estaba escapando de él, no es que me asustara o no me hubiera gustado tener sexo con èl, sino más bien no quería que habláramos tan temprano.

-Bueno pues ya que vas al baño hay que ducharnos-me dijo con tanta ¿naturalidad..?, ¿confianza?, pero yo no puede evitar poner cara de asustada-que pasa, no me digas que nunca te has bañado con un hombre, porque déjame decirte que con lo que me hiciste ayer, muestra que tienes mucha experiencia con los hombre- ¡CABRON!, fue lo primero que vino a mi mente cuando dijo eso.

-Talvez sí tengo muchaaaa experiencia con los hombres, pero se nota que tú con las mujeres no- y salí furiosa de la habitación dando un puertazo, pero eso si, antes de eso vi la cara de asombro que puso Raul.

Me duche en ese apartamento,con un veo que olía a gloria, entre una mezcla de hombre y caramelo, era un olor exquisito.

Cuando salí del baño, entre a un pasillo que supongo se dirigía a la sala, el pasillo era pequeño con paredes de un color entre vino y rojo, con cuadros de personas desnudas, pintadas como en arte abstracto, era una cosa bastante horrible para mi vista.

Salí del pasillo del terror, así lo había llamado por las horribles pinturas que había visto ahí, y salí a la sala, como ya lo suponía. Raúl estaba sentado en su sillón de piel café, completamente desnudo y sí cuenta que lo único que arruinada a este hombre era su arrogancia, porque ¡¡dios!! Tenía un cuerpo muy bien trabajado, su abdomen marcado, sus brazos, sus piernas, su pene, uau su pene era grande y encargaba perfectamente en mi, sólo imaginarme eso y verlo ahí desnudo hizo que me pusiera al mil.

-Disfrutando de la vista perfecta- río mostrando una cara de triunfo.

-No, sólo te estoy viendo a ti, bueno más bien a tú cuerpo-camine hacia la salida pero antes de poder pasar el sillón èl me tomo de la cintura.

-Eh, espera, no me digas que ya te vas-dijo sorprendido-sí la mañana acaba de empezar.

-Lo siento-aunque no lo sintiera lo dije-pero hoy es lunes y tengo que ir a trabajar y de hecho ya voy tarde.

-Jajaja que buena excusa-río como loco, como sí le hubiera contado un chiste o le estuviera haciendo cosquillas, aunque su broma me había hecho enojar, esa idea de hacerle cosquillas y después tumbarnos en la cama, para tener sexo salvaje, me animaba y me exitaba, pero obviamente no lo una hacer, me estaba ofendido.

-No es ni excusa, ni broma, yo trabajo para ganarme la vida-lo dije en un tono enojado y me sentía bastante ofendida.

-Perdón pero no lo puedo creer que tu siendo una mujer tan bella, tengas que trabajar, ósea te puedes casar con un hombre con dinero y tendrías todos los lujos que tú quisieras.

-Mira guapo no soy ni una mantenida, ni una cazafortunas-lo dije casi gritando porque encierro me estaba ofendió y mucho, ósea quién se creía-Yo mejor me voy.

-Oye espera no era mi intención, ten lllámame, me encanto estar contigo, y me gustaría volver a pasados bien-me extendió una trajera con su  nombre y número.

-No prometo nada-tomé la tarjeta pero cuando trate de quitarle la tarjeta el me jaló y caí en sus en su regazo y de la nada me empezó a besar muy apasionadamente. Trate de quitárselo de encima, pero no pide está agarrandome con fuerza.

-Perdóname, no era mi intención ofenderte-y me beso de nuevo, no pude residir y lo bese con más pasión, me puse a horcadas sobre èl, me estaba quitando la camisa cuando de repente se escucho no celular.

-Mierda-susurre. Tóme mo teléfono del bolso y lo saqué para ver quién era, quién, molestaba tan temprano y interrumpía.

-Bueno-contesté bruscamente, Raúl para tranquilizarme un poco, me besaba el cuello.

-Amiga, donde carajo estas?

Reconocí la voz al instante, era mi amiga Amelia, no sabía para que me para que me estaba llamando, ella sólo me hablaba para recordarme cosas o para regañarme

-Que te pasa, para que me llamas?-lo dije molesta, aunque no lo estaba, estaba más bien excitada porque Raúl no paraba de besarme, el cuello, la mandivula y ya empezaba a mordisquearmela.

-¿Como que para que?-dijo demasiado molesta y ella sí soñaba molesta

-Quedamos en vernos para desayunar-me sorprendi al instante,Raúl lo noto, porque me soltó, me apare de inmediato

-Amiga no siento se me olvidó por completo, pero voy paes allá-dije de pagándole y acordándome la camisa.

-Hacer sí estoy cuando llegues-dijo enojada y colgó.

-Lo siendo Raúl tengo un compromiso,me tengo que ir de inmediato-dije bañando el último botón que tenía mi blusa y colgandome el bolso al hombro.

Tomé la tarjeta que antes me había dado Raúl, saqué una casi igual a èl, para que me pudiera hablar, lo veas en los labios y salí corriendo.

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