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En lo alto de un edificio.

Ladybug olía una rosa que le dio su amigo, quien lucía muy felíz últimamente.

Bueno, ella también lo estaba ya que ahora era más cercana con él, como Marinette y Ladybug.

-Así que... ¿pasa algo entre Marinette y tú?- preguntó la ojiazul, con una sonrisa traviesa.

Chat noir, parpadeo un par de veces y desvió la mirada, recordando el mal entendido que generó con respecto a cuidar a Marinette.

Lo bueno es que luego lo aclaró y ella lo entendió, mientras que Sabine... le dijo que era cuestión de tiempo para que ella oiga éso pero de verdad.

-No, no pasa nada, Marinette es sólo una muy buena amiga que conoce mi secreto, nada más.

Dijo el rubio, cruzandose de brazos.

Ladybug, lo miró con seriedad y algo de tristeza.

¿Qué tan difícil era para Adrien ver a Marinette como a más que una amiga?

Bueno... hora de arriesgar un poco.

La chica, se dio media vuelta y suspiro profundo antes de hablar.

Hablar sobre ella misma, es raro.

-Bueno... sí en verdad es sólo una amiga, debés decírselo por que cualquiera se daría cuenta de que ella te quiere mucho más que como a un amigo... te a-ama.

Al decir éso, giró levemente su rostro para ver a su compañero, quien lucía pálido.

¡Tan difícil era para él oír éso!

El rubio, se acarició el cabello, pensando en que lo que dijo Ladybug, no era tan loco ya que Marinette le pidió que la cuide y que ella lo cuidaria a él, en muestra de querer ser su pareja.

Marinette era bonita, pero su corazón, era sólo de Ladybug.

-Yo te amo a ti, my Lady y lo que tengo con Marinette es algo muy especial, una amistad que no tengo con nadie más además de ustedes dos.

Aclaró el chico, mirandolo la chica fijamente antes de volver a dirigir su mirada al frente y caminar.

Por ahora, se iba a conformar con éso, después de todo, sus destinos estaban unidos.

Continuará...

Nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora