Tú tan Luna, yo tan Loba

Paola

Paola, una jovencita que tiene una historia un tanto particular, a diferencia de Kate. Ninguna de las dos tiene la menor idea de que sus mundos crearan el próximo colapso de un universo. 

Ella, alta, con una piel pálida un tanto sensual que hace el perfecto juego con su cabello oscuro, tiene unos ojos café que provocan insomnio con solo verles, introvertida en casi todos los sentidos posibles, lo cual le hace ser tan excitante a la vez. 

Asimismo, como Kate, Paola tampoco es del todo humana; sin embargo no dispone de los mismos poderes (viajar por otros universos) ella es mitad loba, sí mitad loba, de esas que cada luna llena saca a flote su verdadera identidad, lo cual le impide vivir una vida normal. A su favor, se encuentra en un universo totalmente diferente al de Kate.

Paola, intranquila con su vida, cuando se transforma se aparta expulsada de la humanidad común en un lugar rocoso que nadie visita por el miedo que se le tiene, nadie conoce de su historia, si tiene familia o si alguna vez la tuvo. trabajaba como mesera en un café un tanto hispter y evitaba tener amigos, solo hacía su trabajo, cerrada en su yo interno y en solo hacer lo que fuera posible para sustituir sin importar el daño que pueda ocasionarle a los demás mortales. Se alimenta de almas, las mismas le dan las fuerzas que necesita para poder sobrevivir a los infinitos ataque que le produce su transformación anormal.

Especialmente prefiere absorber de esas almas tranquilas, buenas, de esas de las que casi ya no existen; lo mismo le ha mantenido en una difícil lucha contra su existencia, por la dificultad de encontrar eso que tanto necesita. 

Ella adsorbía las almas a través de un beso, podía ser en los labios, en el oído o en el cuello; de esa manera se apoderaba por completo del alma que quisiese. Inicialmente, como tal cazador, rodeaba y engañaba a sus víctimas con su poder de seducción innato que tenía y asimismo terminaba por hacerles desaparecer tras el misterioso beso. Honestamente no le importaba en lo absoluto, en lo contrarío, simplemente quería su bienestar propio. 

  Difícil de creer lo mucho que se podía involucrar con sus victimas y sin embargo no sentir absolutamente nada... para su mala suerte eso no le durará mucho.