¿Algún día pasará? (#ADP)

Capítulo 8-. Las oportunidades son escasas, aprovechalas mientras puedas.

El tiempo pasa lento mientras vamos de camino a quién sabrá dónde.

El paisaje es muy bello; estamos pasando pinos, montañas se ven a los alrededores y aves revoloteando en los aires, es extremadamente hermoso.

A pesar de la situación por la que estamos Diego y yo, la cual no va en muy buenos pasos, la tensión no es tan pesada como está mañana. Bromeamos, tarareamos una que otra canción que pasa por la radio, debatiendo cuál es mejor, si la anterior o la que está sonando; prácticamente así fue el recorrido a el lugar al que me fuera a llevar el ojos azules que está manejando.

—¿Falta mucho?— pregunté un poco obstinada. Llevamos como 45 minutos de viaje y no me quiere decir a qué clase de lugar vamos, por lo menos que me diga que tanto vamos a tardar en llegar.

—Tranquila, ya casi llegamos— dice él muy tranquilo, me permito contemplarlo.

Su cabello está desordenado por culpa del viento, su vista azulada pérdida en la carretera y siendo resaltada por el resplandor de los últimos rayos del Sol del día, su vestimenta típica, una camiseta azul oscuro combinada con sus jeans desgastados, sus músculos un poco marcados, supongo por la práctica de fútbol todos los días de cada semana; literalmente, este es el hombre físicamente perfecto para cualquier mujer... Pero lamentablemente yo no soy cualquier mujer, yo no me fijo mucho en las apariencias, prefiero los sentimientos, su manera de ser, una persona que se basa en la apariencia física del otro para ser feliz no sabe lo que es sentir, no sabe lo que significa estar atraído por alguien que te demuestra lo bonito que es estar contigo.

Diego es una persona fría y distante, no confía en la gente muy rápidamente, algo tendría que haberle pasado para que sea así, es una persona que no muestra sentimiento alguno para no mostrar debilidad, se siente independiente y con eso le basta para ser como es.

En cambio, yo soy una persona cálida y confío muy rápido, muestro mi afecto muy rápido. Mi autoestima es muy alta. Soy una chica de una apariencia que, yo pienso, es muy hermosa; no me baso en los comentarios de la gente para decirme cómo vestirme o como ser, solo fluye y ya. Por eso, no soy de ese pensamiento pesimista de que por mi apariencia no me ha llegado el hombre que necesito, no; soy de esas que piensan que si me quieren tienen que luchar por mí, demostrarlo con acciones y palabras, y que no piense que, en un abrir y cerrar de ojos, seré suya, porque es muy difícil convencerme.

El Sol va desapareciendo, dando paso a la oscuridad y dejando ver la Luna que se avecina. Unos cuantos metros más tarde, Diego para en medio de la nada.

—¿Dónde estamos?— preguntó desconcertada. Esto es muy extraño.

—Calma, ahora hay que caminar— dice, y cambio mi cara a uno de fastidio.

—Esto es una muy pésima broma. Me trajiste hasta acá para hacerme caminar viendo la pereza que tengo.

—Vas a ver que valdrá la pena caminar un poco— parte camino y yo me limito a bufar y seguirlo ya que no me quiero perder. Paramos en un momento y entrecerre mis ojos.

—¿Y ahora?

—Necesito que cierres los ojos. Quiero que sea sorpresa. ¿Confías en mí?

—Y si te digo que no.

—Es lo único que necesito para saber que si lo haces

¿Cómo se dio cuenta? Al parecer soy más obvia de lo que creo.

Al final de todo, cierro mis ojos para ver qué sorpresa me traerá la vida, o en este caso, Diego.

—Abrirás tus ojos en 3... 2... 1...

Levantó pesadamente mis párpados ya que hay una luz que me ciega. Cuando los abro no puedo creer lo que veo...

—Wow, Diego... Esto es... Wow— no tengo palabras.

—Lo se, este es mi lugar favorito para pensar y relajarme.

Este lugar es perfecto, se ve toda la ciudad y, cómo está oscureciendo, la vista es perfecta... Pero, hay algo que no entiendo.

—Diego— digo lentamente, llamando su atención —¿Por qué me trajiste aquí?

—Pues, la verdad me irradias confianza y no eres como las otras chicas con las que he estado... No sé que siento por ti, porque nunca había sentido lo mismo por alguien pero quiero que entres a mi vida de una manera especial.

Esas palabras me arrugan el alma de ternura. Es lo más lindo que me podría haber dicho, pero el hecho de que no sepa que siente me confunde.

Hace una señal con su mano para que me siente a su lado, y así lo hago

—Jane, ¿Me darías la oportunidad de conocerte mejor y ver si llegamos a algo más?— eso nunca lo espere.

—Mira, Diego, ya me has hecho mucho daño y la verdad no sé si soportar más...— digo, segura de que estoy haciendo lo correcto, pero al ver el brillo de sus ojos me arrepiento de lo que dije —Esta bien, pero ten en cuenta algo; las oportunidades son escasas, aprovechalas mientras puedas.

—Gracias— dice él con una sonrisa sincera.

—No hay de que.

Nos quedamos en silencio admirando la vista que tenemos frente a nosotros, minutos después siento la mirada de Diego sobre mi pero no digo nada.

En ese momento creo que no pasaría nada hasta que lo hizo... Volteo suavemente mi cara y beso mis labios tiernamente. Nunca había sentido tanta necesidad de un beso en mi vida, pero teniendo en cuenta quien me lo está dando, mis hormonas correspondieron el beso. Se torno a un beso de necesidad segundos después, posó una mano en mi mejilla y la otra en mi cintura acortando la distancia que existía entre nuestros cuerpos... Por poco acaba el momento cuando empezó a subir su mano por mi abdomen.

—Las oportunidades son escasas, aprovechalas mientras puedas.— le repetí —No lo arruines.

Bajo su mano y siguió besándome. Así duramos un par de minutos más hasta que nos quedamos sin aire. Repose mi cabeza en su hombro y el puso la suya sobre la mía. Este momento no podía ser más perfecto, no podría pedir más.

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Holaaaaaaaaa... Retraso total lo sé, no me maten jaja.

¿Qué tal les pareció? ¿Qué les gustaría ver en el siguiente capítulo? Espero sus comentarios.

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Los quiero, besos, muack.

Cap Purple 💜