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I

Kim SeokJin y Jung Hoseok

Hoy inicia mi tercer año de secundaria, y como cada año al iniciar la clase el profesor me pide que como representante de esta diga algunas palabras, para dar inicio formalmente al año académico, es decir que mienta, porque debo confesar no me nace entregar buenos deseos a quienes tengo en frente, por lo mismo no hago mucho esfuerzo y copio algunas palabras que utilizó en su discurso el presidente de la secundaria en la ceremonia de bienvenida. Y es que solo mis notas y buen comportamiento han sido el motivo por el cual me han seleccionado como representante, porque siendo honesto durante estos años no he compartido más que un hola y adiós con quienes me rodean en la sala de clases, mis compañeros siempre me invitaban a salas de karaokes o a esas salas de juegos a las cuales asisten con normalidad los estudiantes después de clases, pero a mi nunca me llamo la atención ese tipo de cosas y menos compartir con personas que no me generaban confianza, por lo que decidí que mi imagen en la secundaria debía ser el de una persona seria y fría, pero más que nada por miedo a que conocieran mi verdadero yo y me molestaran por lo que en realidad me interesaba.

Ya en segundo año deje de recibir estas invitaciones y mis compañeros me hablaban con respeto, como si fuera mayor que ellos, pero en relación a mis compañeras ellas siempre han sido molestas, no quiero presumir pero me considero una persona bastante guapa, mido casi 1.80 y debo decir que tengo hombros anchos que llaman la atención de cualquier mujer, es por esto que siempre encuentro cartas de amor en mi casillero, recibo cajas y cajas de chocolate para San Valentín y varias veces se me han confesado, pero nunca me ha llamado la atención alguna de aquellas niñas, ni la más guapa o la más popular, a veces me preguntaba que error había en mi ya que nunca había sentido algún tipo de conexión o porque a mi edad aún no había dado mi primer beso. Por lo mismo le comentaba a mi único y mejor amigo, el como me acosaban en la secundaria pero ninguna me generaba algún tipo de atracción, por lo que  el dijo una vez que cuando llegara esa persona, la indicada, yo lo sabría inmediatamente y por lo tanto no debía apresurar las cosas ya que quizás esa persona estaba igual que yo y le era difícil llegar hasta mi, también nos reíamos de como en la secundaria existía el rumor de que yo rechazaba a todas porque me gustaban mayores y tenía mucha "experiencia", y es que todo era mentira y todo era culpa de la hermana de Hobi, noona a veces nos venia a buscar y tenía la costumbre de gritar mi sobrenombre y es que me llamaba bebé, provocando que todos creyeran cosas que no son, y es que para molestarme más aún corría a abrazarme y me llevaba de la mano al auto, pero en realidad todo lo hacia para provocar que me molestaran, porque el que me llamara bebé tiene un significado muy vergonzoso. 

Les contaré entonces de Jung Hoseok, y es que si no fuera por él, estos años hubiesen sido solitarios y angustiosos. Recuerdo cuando nos conocimos, cuando llegó a vivir a la casa de al lado y el a sus 4 años si bien era una pequeña persona, desbordaba una energía increíble, desde que lo conozco siempre ha tenido una sonrisa en su cara y me atrevo a decir que nunca lo he visto triste o enojado en "público" y es que siempre se ve como una persona positiva y que con una sola palabra te brindaba paz y amistad. Un día cuando eramos pequeños fuimos de excursión, y por creernos exploradores los tres nos perdimos, noona y yo llorábamos desconsoladamente, hasta tuve un pequeño accidente, era tanto mi miedo que termine haciéndome pipí en los pantalones, es aquí donde noona me apodó de bebé llorón y desde ese día no deja de llamarme así, puesto que no llevábamos ni media hora perdidos y yo ya daba por echo que moriríamos esa noche, no nos dimos cuenta cuando Hobi subió a lo más alto de un árbol y desde ahí nos gritaba que mantuviéramos la calma y que tuviéramos fe en él, ya que sabia como sacarnos del lío, pasaron 10 minutos desde eso y nuestros padres y familiares nos encontraron gracias a los gritos de Hobi, y es que desde que nos hablo no dejo de gritar que estábamos aquí y que vinieran por nosotros.