Al entrar y dejar mi baso en una de las muchas mesas (era impresionante ver cuantas mesas podía tener una habitacion) Christopher notó mi cara de sorprendida lo que hiso que preguntara:
- ¿Qué es lo que te tine tan sorprendida.
-No lo se...- le dije en un tono muy sutil- ¿Cómo es que lograste saber de este lugar?.
-Bueno...- esbozo una sonrisa- es que en realidad esta casa es mía y de unos amigos, y pues... esta es mi habitación.
No podía creer que él estuviera viviendo solo y esta casa tan lujosa.
- Supongo que bo traes ropa para dormir o ¿sí?.
-No, en realidad-
No me había pasado por la cabeza ese pequeño detalle. Pero cuando le contesté inmediatamente se metió a un cuarto que estaba a lado de la cama; después de unos segundos salió y me dijo:
-Creo que se han llevado todas mis pijamas, solo me dejaron una... te propongo algo...- en realidad no lo vi muy preocupado,pero no era lo más importante, lo más importante era lo que iba a proponer- tu te pones la playera, que lo más seguro es que te quede algo grande y yo me pongo el pantalón.
No me pareció tan mala idea, la verdad es que ya estaba muy cansada de la ropa que llevaba. ¿No les ha pasado? Que se ponen algo, les encanta, pero al terminar el día ya no se sienten nada a gusto con la ropa; bueno... pues a mi me acababa de pasar.
-Esta bien, gracias. ¿Dónde me puedo cambiar?.
-Aquí- Dijo señalando la puerta de donde abía salido antes.
Tome la playera, abrí la puerta y note que era un baño. Me empecé a cambiar y ya cuando me puse la playera bi que él tenia razón me quedaba algo grande, pero no lo suficiente como para llegara a las rodillas.
Cuando salí ya se abía cambiado también. Se veía muy bien, no era un chico flaco pero tampoco un chico robusto, sino que sí tenia cuerpo, se notaba que hacia algo de ejercicio, porque eso no era solo genética. Tenia unos brazos tonificados y un abdomen que se empezaba a marcar.
Me lo quedé mirando como una tonta, mi mente solo pensaba en que tan bien se veía. Y entonces él rompió el silencio.
-Oye... sí te quedo bien la playera- me barrió con su mirada y esbozó una sonrisa-Bueno... ham... ¿ya te quieres dormir?.
-Pues sí tengo algo de sueño ¿y tu?.
-Sí, entonces hay que dormirnos, ¿quieres dormir en algun lado en especial?.
-No ¿y tu?.
-No- Empezó a destender la cama. Y yo me pasé del otro lado de la cama y le ayudé.
Al parecer esta noche no sería una tan interesante como lo tenía pensado.
Después de que terminaremos de destender, me acosté en un costado de la cama y en eso sentí su mano tocando mi estómago y dijo:
-¿Por qué tan callada? ¿te pasa algo?¿te sientes mal?.
Voltio a verlo, vi sus hermosos ojos y su nariz casi logra chocar con la mía.
-No... claro que no me siento mal.
-Que bueno, entonces ¿por qué tan callada?-
Me empecé a reir por unos segundos y le dije entre risas -por nada, tu tranqui.
Ya no me contestó, solo hizo un gesto con el que dio a entender que estaba bien, yo seguía con una sonrisa en mi rostro. Y en eso el me empezó a ver los y al otro segundo ya tenía sus labios en los míos. Sus labios se sentían tan bien. Sentí como él empezaba a abrir un poco más su boca al igual que yo, en unos segundos más los dos nos estabamos dando un beso demaciado apasionado.
Después de unos cuantos besos sin movernos mucho, empezó a bajar su mano por mi espalda, la pasó a mi pierna y la puso (de una forma sutil) en su cintura, pasaba su mano con mucha delicadeza y lentitud por toda la pierna de atras a adelante. Yo con una mano le empecé a acariciar la cara y de vez en cuando la pasaba ppr su cuello y pecho.
Luego de una gran sesión de besos, paramos un rato (Y la verdad es que me alegré un poco, por que eso de estarse besando tanto tiempo sí cansa). Al instante que nos separamos unos centímetros él me dio un beso en la frente.
Como en esta noche no quería que pasara algo más mejor me empecé a acomodar para dormirme; Nos acomodamos de forma de cucharita, apagó la luz y por fin nos quedamos dormidos .