live like legends - infinity war - endgame

four

four . wakanda

Karol Pearl escuchó atentamente a su madre a través del teléfono. Estaba diciendo muchas cosas, la verdad, y no tenía tiempo para entenderlo.

— Mamá eso es... — la chica pensó bien sus palabras. Hablaban de Tessa, de el incremento notable de sus poderes — Sorprendente. Y no sabes como quiero ir y ayudarte. Pero estoy ocupada mamá, esto es en serio.

Danielle Pearl gruñó.

— Está bien, creo que no me queda de otra más que llamar a tu padre.

La saliva se atoró en la garganta de Karol de la sorpresa, y tosió repentinamente.

— ¿Cómo? ¿No estaba muerto? — Danielle ahora se escuchaba nerviosa, con un tono de voz más agudo que lo normal — ¡Mamá!

— Está muerto — dijo Dani. —. Pero lo puedo visitar.

Karol sabía a qué se refería. Pero no quería que su madre se arriesgara, de nuevo, a esas cosas.

— Mamá...

— Estaré bien — y antes de colgar, le hablo —. Y haz al maldito trasero de América lamentarse de haberte dejado.

Karol río, y su mamá colgó.

Es cierto que lo que hacía su madre era realmente arriesgado, pero ¿qué no toda su familia era así? Se podía decir que lo habían heredado de su padre, al que nunca conocieron pero que sabían de él por medio de las anécdotas de su madre.

Y así llegábamos a ese punto, en donde la nave aterrizaba en Wakanda, un lugar nuevo para los hermanos Pearl.

[ . . . ]

Tessa miró a Tony Stark y a Peter Quill con el ceño fruncido. A su lado se encontraba Peter, su Peter, y aunque no se habían dirigido la palabra, estaban los dos metidos en eso. Habían dejado sus diferencias aparte y se habían decidido unir para derrotar al falso titán.

— ¿Podríamos seguir al señor Stark? — dijo Tessa, interrumpiendo a los dos adultos. Tony la volteo a ver con los ojos bien abiertos y una expresión de sorpresa, que escondió cuando Quill le dirigió la mirada de nuevo — Es obvio que él tiene más experiencia que usted. No quiero ser grosera, pero ya ha estado en varias batallas...

— Y yo también, mala imitación de Betty Cooper — dijo Star Lord, cruzándose de brazos.

— ¿Disculpa, superhéroe que nadie conoce? — dijo Tessa dando un paso, y quedando frente a frente con Quill.

— ¡Niños, niños! — dijo Tony — Me alaga que hayan empezado una pelea por mi, pero...

— Oigan, ¿su amigo suele hacer eso? — preguntó Mantis, caminando hacia Strange.

El mago se encontraba retorciéndose y haciendo diferentes formas en un mismo sitio, con el aura verde de la gema del tiempo rodeándolo.

Y cuando terminó, todos estaban alrededor del doc y lo trataban de ayudar en lo que estaba haciendo. Cayó al suelo como derrotado, y Stark lo tomó mientras preguntaba.

— Avancé en el tiempo — dijo él. Después dirigió su mirada a Tessa, que parecía preocupada por la situación —, vi nuestras posibilidades.

— ¿Cuántas? — preguntó Quill. Strange bajo la mirada hacia Stark.

— 14 millones y 605.

— ¿Y en cuantas ganamos? — preguntó Tony.

Strange titubeo. Después de unos segundos, habló posando la mirada en Tessa.

— Una — todos soltaron aire, como si lo hubieran retenido —. Y... uno de nosotros terminará pues, sacrificándose.

Ahí todos entendieron que esto no iba a ser nada fácil. Y Tessa entendió que se refería a ella, porque la mirada nunca se apartó.

Esto iba a ser difícil.

[ . . . ]

Justo cuando la nave del team Cap aterrizó en Wakanda, Serena Pearl llegó volando hacia los superhéroes.

Todos, a excepción de sus hermanos, se sorprendieron por la llegada. No tenía mucho sentido, ¿cómo le había hecho para no chocar con la barrera que cubría Wakanda, o para darse cuenta de que Wakanda estaba ahí?

Entonces aterrizó y miró a todos lo presentes sonrientes.

— Y aquí viene la niña de nuevo — dijo Okoye, que tampoco se encontraba sorprendida por la aparición de la chica Pearl.

— ¡Hola! Hermanos, tengo una explicación y muchos — la muchacha extendió la 'o' en varios — recados de parte de mamá.

— Perdón, ¿y tú eres? — preguntó Bruce, aún más confundido. Todo esto era exasperante y nuevo para el código verde y para él.

— Doctor Bruce, perdón por no haberme presentado antes — dijo la pelirroja. El mencionado frunció el ceño —. Serena Pearl, la tercera de las Pearl. Sin contar a mi madre. Y a Maia.

— Los Pearl son como conejos, ¿no es así? — dijo Bruce en un susurro, causando una carcajada de parte de Tyler.

En ese momento, mientras viejas amistades se volvían a ver, Karol vio algo que le dejó sorprendida. Y también, dejó sorprendido a todo el mundo.

— Oh chica-fuego, ¿una pelea tenía que ser la razón para vernos? — exclamó Bucky Barnes en un susurro. Serena le sonrió falsamente, y se cruzó de brazos una vez estando enfrente del soldado — Lo dire yo, ya que no pareces ansiosa en verme, ¿ya les dijiste cómo entraste a Wakanda?

— Vete al diablo Barnes.

— No, no les has dicho — Steve miró a su compatriota confundido. Buck volteo a ver a todo el mundo —. Si, mi querida Serena tuvo que ver con mi asunto de ser un soldado de HYDRA. Tuvo tanto que ver, que ¡oh sorpresa! Terminó descubriendo las palabras que me liberarían de ser un esclavo al mal, y... — todos le dirigieron la mirada, y él se inclinó para susurrar le en el oído a la pelirroja — Te me declarante, ¿no es así?

Todo, literalmente, todo el mundo de quedó callado.

— ¡Mierda! ¡Te hago un favor y ¿así me agradeces?! — gritó furiosa Serena. La chica dio un paso hacia enfrente, quedando cara a cara con Bucky, y después alzó su mano para darle un buen puñetazo en la mejilla — Y mejor que eso te mantenga callado. Tenemos una batalla que ganar, así que ¡a la guerra señores!

Karol estaba en lo correcto cuando decía que su hermana nunca, en serio nunca, decía groserías. Al menos que estuviera enojada, o drogada, o ardiendo.

Okoye, la guerrera wakandiana, también estaba en lo correcto cuando decía que aunque Serena colmaba su paciencia la hacía sentir como una mamá orgullosa por haberle pegado a Bucky de tal manera.

La verdad era que su relación era bastante delicada.

Y cuando pensaban que las sorpresas se habían acabado, una ráfaga de viento hizo que todos se pusieran en guardia, y entonces Maia Pearl y Peter Maximoff miraron a todos desde el hangar de la nave.

— ¿No nos van a dar la bienvenida?

-Tessa