Enamorada del novio de mi mejor amiga.. 😔 (Novela Terminada)

Capitulo 3

-¡¡_____!!- gritó efusiva esa voz femenina que tanto había extrañado.

Corrió hacia mí y se hagachó para abrazarme. Apretó los brazos alrededor de mi cuerpo y yo le repondí, era tanto el tiempo que había estado separada de mi mejor amiga y aquellas conversaciones telefónicas no llenaban totalmente el vacío.

-¡Pero cómo has cambiado!

-¿Cuál cambio? Si sigo igual desde la última vez que nos vimos- dije y me separé.

-Por favor, tu cabello es diferente- observó.

-¿La maraña de pelo que me cargo en la cabeza?¿Qué diferente tiene? Sigue igual de despeinada que hace años- bromeé-. Pero tú tampocohas cambiado mucho.

Efectivamente, Nicole no había cambiado en lo absoluto, excepto por unos par de tatuajes.

-Ejem...- el joven que estaba a nuestro lado, jean, se aclaró la garganta haciéndose notar.

Ambas lo miramos.

-Ay, lo siento- dijo Nicole dándole un rápido abrazo con uno de sus brazos-. Es que estoy emocionada- dijo y la flamante sonrisa en su rostro se extendió aun más cuando me miró-. ¡Hay tantas cosas que quiero contarte!- me avisó.

-¡Yo tambien!- musité emocionada.

-Supongo que ya se conocieron- volvió su atención a Jean.

-Sí- dijimos los dos al unísono y luego reímos de nuestra sincronización.

-¡Ah! ¡Esto será genial!- exclamó Nicole.

Se levantó del piso junto con Jean, mientras yo me quedé allí sentada.

-¿Pero qué haces allí? Levantate, ¿por qué no entraste?

Él me extendió la mano para ayudarme a levantarme. El deseo de tocar su exitante piel de nuevo me invadió al ver la palma de su mano extendida hacía mí. La tomé y me ayudó a separarme del piso.

-Gracia- muemuré.

El sólo me sonrió, separando los dos engranes que se habían unido de nuevo.

-Lo cierto, Nicole, es que me dejaste la llave equivocada- me quejé, intentando mirar a mi amiga y no la perfección que tenía a mi lado.

-¿La llave equivocada?- se sorprendió.

-Sí- le dí la llave que guardaba en el bolsillo de mi chaqueta.

-Oh, perdón- me sonrió- sí, me confundí- esculcó entre su bolsa y encontró un juego con tres llaves-. Este era- se quedó en silencio un momento-. Eso me recuerda que le debo de dar gracias a la señora Montórfano por hacerme el favor de entregarte la llave.

-¿La vieja gruñona del 405?- pergunté, apuntando con mi dedo pulgar hacía dicha habitación.

-Oye, no es tan gruñona; es linda cuando quiere- se encogió de hombros.

-Y digamos que casi nunca quiere, ¿verda?- hice un mueca de susto. La vieja no se había comportado del todo amable conmigo-. ¿No pudiste haberme dejado la llave correcta con alguna otra persona menos... Amargada?

Jean rió.

-Exageras...- Nicole meneó la cabeza y rió-. Me imagino que estás cansada así que agradéceme que ya tenga lista tu habitación- me ragaló una sonrisa de autosuficiencia mostrándome todos esos dientes blancos de tamaño mediano.

-Te agradecería más si abrieras esa puerta ya- bromeé.

Nicole río e introdujo la llave a la cerradura haciendo que la puerta se abriera por fin. Me tragué una exclamación de victoria.

-Pasa y acomódate, en unos minutos estoy contigo- anunció y me indicó que me introdujera al departamento.

Intenté levantar del suelo mi par de maletas, pero Jean se me adelantó.

-Permíteme- las tomó, una con cada mano y fue detrás de mí, acomodándolas en la orilla de la sala.

-Gracias- musité y le regalé una sonrisa tímida.

Él me la devolvió y aquel efecto me produjo una oleada de inspiración; como la que necesita un poeta para su poesía, o un escritor para una nueva historia.

Salió por la puerta y fue con Nicole de nuevo, no pude evitar mirarle mientras caminaba hacia la salida.

El estómago me rugió y me di cuenta que aun traía la galleta mordisqueada en la mano. Me senté en una de las sillas cerca de la cocina. Mordí el pequeño pedazo que me quedaba y mastiqué perezosamente

-Vine a buscarte para entregarte el CD que le prestaste a Libardo- dijo Jean con su voz de terciopelo en la puerta del departamento.

-Jean, amor. No tenías porqué preocuparte, le dije a Libardo que me lo devolviera cuando quisiera- contestó Nicole.

Me atragante con la galleta. ¿Amor? ¿Como que amor? Oí perfectamente el chasquido de los labios de Nicole contra alguna parte de la cara de Jean mientras yo intentaba tragar el pedazo de oblea que se me habían atorado en la garganta, sintiendo comó me raspaba.