De pequeños todo era fácil, ¿no es cierto?
Con el paso del tiempo vas creciendo, todo empieza a cambiar drástica mente, ¿no es así?
Algunos con suerte saben que caminos seguir o ya tienen sus planes a futuro y están decididos a cumplirlos...
Para mi...
Mad: Vamos nena, no te quedes atrás..-Musite mientras caminaba entre los arboles y Lara venia detrás mía a paso lento-
Lara: Puede que parezca que tengo buena condición pero no es así, soy muy mala hasta para correr..-Me respondió dando sus pasos largos hasta alcanzarme-
Mad: Llevamos media hora caminando bonita, ¿ya estas cansada? -Le cuestione mientras me detenía para así mirarla mientras ella asentía- anda sube...-me agache un poco frente a ella-
Lara: No Mad, yo puedo caminar sola no te preocupes...-Me respondió, pero yo solo negué y le impedí el paso- está bien, está bien ya me subo
Mad: No pesas nada...-Murmure mientras sostenía sus piernas- ya casi vamos a llegar, descubrí este lugar mientras caminaba por el bosque una vez que me mude
Lara: ¿Es muy bonito? Ya quiero verlo...-me dijo mientras rodeaba mi cuello con sus brazos- espero que nadie más lo haya visto
Mad: Bueno eso realmente no lo sé, aunque no he sentido el olor de nadie ahí...-musite sin pensar-
Lara: ¿El olor? ¿Que acaso tienes muy buen olfato?
Mad: Bueno, no me refería a eso si no que es obvio cuando un lugar ya es visitado por más personas
Lara: Ohm bueno, eso es cierto
Mad: Si, estoy seguro que te va a gustar...-Respondí-
Baje a Lara de mi espalda a unos cuantos metros antes de llegar al lugar que había encontrado hace unos días, tome su mano y la jale con cuidado para que caminara a mi lado. Caminamos juntos unos cuantos arboles mas hasta que estos fueron desapareciendo dejando ver un acantilado adornado de bellas flores blancas, incluso parecía ser algo sacado de un cuento de hadas.
Solté la mano de Lara dejándola avanzar sola unos cuantos pasos, observando como sus ojos tenían un leve brillo, cada paso que daba inspeccionando el lugar...a mis ojos parecía que danzaba entre las pequeñas flores blancas tratando de no pisarlas, esa mujer, aunque no la conociera de tiempo y aunque no sintiera lo que siento hacia ella, cualquiera podría observar su belleza tanto exterior como interior y de eso me había dado cuenta.
Esa mujer...simplemente es Hermosa.
Narrador:
Ambos se sentaron debajo de la sombra de un árbol pues el sol pegaba en el acantilado, el chico tomo la mochila que traía consigo y saco una sábana para poder acostarse.
Mad: Ven aquí nena...-Susurro una ves que estuvo acostado mientras palmeaba a un lado suyo-
Lara: ¿Sabes? No eres lo que pensé...-Comento la menor apoyando su cabeza en el antebrazo del chico-
Mad: ¿A qué te refieres con eso? - Le cuestiono con curiosidad mientras volteaba a verla-
Lara: Cuando te vi entrar por primera ves al salón, en verdad pensaba que eras hermoso, tus ojos me gustaron mucho...-Murmuro con una leve tonalidad roja aparecer en sus mejillas-
Mad: Bueno, eso es más que obvio...-Musito algo egocéntrico- en verdad soy muy guapo
Lara: Oye, pienso que esto solo sube tu ego...-Musito arrugando levemente su entrecejo- pero eso no es todo, también pensé que eras ese tipo de chico malo con problemas que se la pasa bebiendo y anda de chica en chica...
Mad: -Sonrió ladino- Debo admitir que cierta parte de lo que dices es cierto Lara, pero ya no soy así...ahora solo tengo ojos para ti...- Se levanto un poco tomando entre sus manos el rostro ajeno- Lara, tal vez te suene egoísta...
Lara: -La chica algo sonrojada cerro sus ojos ante la proximidad de su mayor- sí?
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Mad: Tal vez ya lo dije antes, pero...no sé qué tienes, quiero tenerte tan solo para mí, no quiero compartirte...quiero...qué...-fue acortando la distancia entre sus labios- seas...mía...
El pelinegro termino por pegar sus labios a los de su chica hundiéndose en un beso demasiado dulce, sin prisa alguna y tal vez...lleno de amor sincero.
