Dormida

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Hoy en la estación de siempre, la noche se siente diferente, no hay pajaros alrededor y ya no hay tanta gente como siempre a esta hora, me sentí confundida, entonces mire al reloj de la pare no me equivocaba era cerca de las 12:30, pero porque no hay casi nadie, supuse que talves ya se habían ido todos, pregunte al jefe de estación si aún pasaban trenes, me respondió que si, faltaba que pasará uno más, justo se dirigía a mi destino, pero de haber sabido que iba a pasar, no hubiera montado nunca ese tren.

Entre a la estación y me sente en un banco, estaba tan cansada, tanto haci que se me caían los ojos, los cerré por un rato y derrepente apareció el tren, sin a verme percatado antes por algún sonido, gritan "última parada del día", de inmediato me apresure a coger mis maletas, para ingresar al tren.

Me sente y mire el interior del tren a detalle, tampoco había mucha gente acá, pero eso no me preocupó mucho, lo que si me llego a alertar era que parecían esconderse de alguien y no solo eso, sinó que entre más al fondo miraba cada vez se veían más sospechosos y raros los pasajes.

Pero bueno que podía hacer era mi único tren y ya estaba dentro, solo me quedaba esperar llegar a mi parada, entonces agarré un libro de mi maleta, me puse mis audífonos y coloque mi música, pero justo al iniciar mi lectura, pasa un ligero apagón dentro del tren, como de 8 segundos, lo suficientemente para un grito de una pequeña.

Y como raro no estaba mi valija, no tenía nada de valor dentro, entonces me pregunte intenciones tenía la personas de querer mi valija, así que primero revise el piso, talves se había caído, pero nada.

Grite para que todos los pasajeros de ese preciso vagón me escucharán "Bueno, ¿Quien la tiene, quién tiene mi maleta?"

Cada pasajero a mi grito quedó desorientado, entonces rápidamente giraron para ver si estaban sus maletas, pero nadie las tenía, pero es imposible solo pasaron 8 segundos para que pudieran desaparecer mágicamente, todas las maletas, al instante pase al siguiente vagón y no había nada, entonces corrí al otro vagón que quedaba al frente y tampoco había nadie, pensé que me estaba volviendo loca, juraría que al entrar había más gente en los otros vagones.

Pero ese pensamiento se fue enseguida cuando la niña que había gritado antes por el apagón dijo "Él está aquí".

¿Él, quien es él? Me pregunte por poco tiempo, porque al instante vuelve a pasar un apagón pero esta vez si dura un buen tiempo, al volver la luz la mitad de los que habían ahí ya no estaban.

Los que aún quedábamos nos alteramos, ya pareciera que estuviéramos en una película de terror, eso me dio risa, "Una película, jajaj", sin darme cuenta lo había dicho en voz alta, los pasajeros me miraron, pero Thomas, un pasaje cuyo nombre tengo impregnado en mi memoria, dijo "¡Qué demonios paso!", eso hizo que las miradas se dispersaran.

Te sorprenderás que al final de todo esto, las maletas no son el problema, sino los desaparecidos.

"¡Mantengan la calma!", se oye en una de las esquinas del vagón, al mirar allí estaba Elizabeth, la sospechosa que a mi vista estaba en el puesto número 1 de todos los que había, no me fiaba de a mucho de ella, por eso era mi número 1 en la lista de sospechosos.

Bueno, a este paso de la historia ya comencé a pensar que todos los que estábamos aquí, ya estaban planeados con anterioridad, pero que habíamos hecho cada una de éstas personas y peor aún que nos deparaba el futuro.

Muertes En El TrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora