Soledad empírica.

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Estoy tan acostumbrado a que las personas se alejen de mi, como si los alejara con mis pensamientos, en un principio me pareció bien porque disfrutaba estar solo, y es que estando solo uno tiene más tiempo para reflexionar y creo que eso me trajo aquí.

Una vez más me quedo sin compañía en esta tarde que paulatinamente se convierte en invierno, o al menos así se siente, tanto frío, tan vacío, tanta soledad, un inmenso mar de palabras que nunca nos dijimos por miedo quiero pensar, es lo único que puedo sentir, mirando mi reflejo a la orilla del río me doy cuenta que algo ha cambiado, me noto cabizbajo, me siento abrumado.

He estado tanto tiempo así que no tengo cuenta de los días, mirando al horizonte veo la luna llegar pero pareciera como si el sol no saliera así que solo tengo esos vagos recuerdos de lo que es la luz, quisiera inmortalizarlos como la bondad de la gente que estuvo para mi, y lo agradezco, solo que al final comprendo que es cierto cuando decían que los amigos de verdad se cuentan con los dedos de una mano.

Fragmentos de algo roto. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora