El mar fue el que nos unió

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La tripulación se preparaba para el embarque, mientras yo José de Alquimia buscaba los mapas de navegación, en la bodega del barco.

Escuche pasos de una persona que bajaba las escaleras. El ruido se acerco más, y de repente apareció Manuel de Villiers, mi compañero de la tripulación.

-Que susto me lleve, no sabía quién era, por poco me desmayo-Dije.

Manuel me ignoro por completo, respiro y me dijo:

-Señor, ya estamos para navegar, la tripulación esta lista, solo...

-¡Falta usted!-Me apresure y le dije.

-Exacto!- Respondió Manuel, serió.

Volvió a salir de la bodega Manuel, dejándome a mí otra vez solo.

Tome rápido los mapas que estaban en el segundo cajón del estante marrón de mi izquierda y salí corriendo por las escaleras para ocupar mi lugar en el barco. Lo poco que pude observar mientras corría para llegar donde estaba el timón, vi que también estaban a bordo inmigrantes. Uno de ellos me detuvo y me dijo:

-Un gusto Capitán!

-Gracias.- Le respondí, y seguí corriendo, lo más rápido que pude.

Llegue muy rápido a la Popa del barco u saque de mi camisa verde y rayada el mapa que tenia de la Argentina y los puse en mi mesita, junto a los que había llevado en mi mano, todo el camino.

Observe con mucho cuidado cada mapa tanto el de Argentina como el de Francia, marque el recorrido con mi lápiz favorito verde fluo y lo volví a mirar al mapa con atención. Ya casi listos para salir, tome mis mapas y los puse frente al timón del barco para poder mirarlo durante el recorrido.

Salí, para donde estaban las personas a bordo y me presente:

-Buen día, queridos acompañantes. Yo soy José de Alquimia, el capitán, muchas gracias por venir hoy con nosotros. (Dije esto, mientras hacía mímicas con los brazos)

Todos me aplaudieron, ya que, yo estaba arriba y no iba a escuchar sus agradecimientos. Dado esto me retire y volví a hacia mi lugar.

Toque la sirena antes de salir, y el barco se empezó a mover. Yo como siempre sentado en mi banco de cuero rojo con la funda de seda blanca, y en su respaldo el peluche que mi abuela me había regalado para mi primer viaje.

El mar fue el que nos unióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora