El maletero acompaño a una señora francesa hasta uno de los taxis y regreso al hotel, minutos después, la misma señora, esta vez sola y sin equipaje, se acerco y me reclamo el no tenerle un carro a su disposición, Quise explicarle que ella se había ido momentos antes en otro auto y que yo mismo le había abierto la portezuela, pero me pareció absurdo el argumento. Ademas, son tantas las personas que vienen a este hotel que yo podía estar equivocado. Le pedí excusas y llame a uno de los conductores. La señora, estoy seguro, se marcho en el vehículo al igual que lo hizo en la anterior oportunidad que refiero, pueden preguntarle a ambos chóferes. Por eso me extrañe mas tarde, cuando vi venir a la misma señora de los lados del hotel. Pensé en una moda ridícula de esas que ponen a todo el mundo supuestamente distinto pero perfectamente uniforme. Esta vez camino hasta la esquina próxima y tomo hacia la avenida principal. Como tenia sed, me dirigí al hotel. La planta baja encontré a en cliente junto a la recepción: no sabia donde se hallaba ni el recepcionista ni el maletero, pero me informo que había escuchado algo parecido a un grito. Los dos ascensores estaban en el piso ocho y me figure que algo sucedía allí. Vino uno de ellos y en el subí. En el cuatro se detuvo: una mujer, idéntica a las anteriores, me pregunto si el ascensor subía o bajaba. No aguardo mi respuesta para decir que esperaría el descenso y me deseo, no se si decir que de nuevo, buenas noches, ya que lo hizo en las dos ocasiones que se despidió de mi. Ni siquiera le conteste, según era mi confusión, llegue al ocho y el maletero y dos huéspedes auxiliaban al recepcionista quien lucia como trastornado, cuando vi el cuerpo y toda la sangre que bañaba el piso y las paredes del ascensor, no supe que pensar.
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La Ubicua muerte de madame Charlotte
Mystery / Thrillertranscripción de la obicua muerte de madame Charlotte, escrito por Armando José Sequera. Libro cuentos sin palabrotas, antalogia de cuentos venezolanos