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—Sólo, sólo déjame respiran un poco sí. Dios, esto, esto me dejó sin aire.

—Perdón, Jungkook, si me hubieras dicho que te mareaba estar arriba, hubiera propuesto venirnos por otros medios.

—No, no te preocupes, es algo nuevo para mí, por eso me puse así. Pero no te niego que esas vibraciones me hicieron temblar.
¿Cómo hay gente que puede montarse en uno sin sentir que morirá en el intento? Dios.

—Me sentí así al principio, pero luego yo mismo quise volver a subirme a uno. Al final, te acostumbras a las vibraciones y hasta se te hacen placenteras.
Viajar en avión es una experiencia sensacional.

—Estás loco. —se separó de la pared. —Bueno, vámonos. Ya se me pasó el mareo.

Llegaron al hotel y pasaron a la recepción.
—Hola, señor. Reservé dos habitaciones a nombre de Kim Taehyung y Jeon Jungkook...

—Sí, déjeme ver.

—¿Pagarás por dos cuartos diferentes? —Jungkook le susurró. —Pudiste ahorrarte una, seguramente las habitaciones tienen dos camas.

—Pues sí, pero se vería mal que dos chicos... Oh, oh... Ya veo.

—Diablos, Taehyung. —suspiró molesto.

—Ésta es la llave para el cuarto 245 a nombre de Jeon Jungkook —el señor extendió la llave y Jungkook la tomó bruscamente.

—Nos vemos mañana. — Se fue hasta el ascensor y subió.

—Habitacion 250 —extendió la llave.

—Disculpa, ¿se vería muy raro si él y yo durmieramos en la misma habitación?

—Sinceramente no me importa, señor. No es como si yo los fuera a ver durmiendo. —se alzó de hombros.

Taehyung tragó saliva —Entonces, ¿podemos hacer un cambio?




Jungkook entró a su habitación y se sorprendió al encontrar sólo una cama de dos plazas.
Nunca había parado en algún hotel, pero tenía la idea de que habrían dos camas. Daba igual, más espacio para dormir y no tendría que pagar nada.

Golpearon la puerta de su habitación. Dejó la maleta en la cama y fue a abrir.
—¿Taehyung? —lo vio aún con su maleta —¿No vas a desempacar antes? Podemos hablar después.

—Pues, hice un cambio. El de la recepción se molestó un poco porque tenía dos cuartos reservado y lo cambié a una. Tuve que pagar un poco más por hacerlo perder clientes, pero bueno.
Así puedo demostrarte que estoy cambiando mis conceptos.

—Sí, espera. ¿De qué estás hablando? ¿Cambiaste la habitación, qué?

—Sí, dormiremos en la misma habitación —alzó su maleta — Después de todo, no es como si nos fuéramos a estorbar habiendo dos camas.

—Tae... —gruñó, alejándose de la entrada para que Taehyung echara un vistazo — Hay una sola cama en ésta habitación. Debiste chequear antes.

Taehyung tenía los ojos bien abiertos, las mejillas sonrojadas y los nervios a flor de piel —¿Se enojará mucho si pido ver otras habitaciones?

Jungkook chasqueó la lengua y tiró de su remera para entrarlo a la habitación. —Vamos a dormir en ésta —cerró la puerta.

—¿E-En la misma cama?

Rodó los ojos — Dije dormir, no revolcárnos como perros en celo, Taehyung. —fue hasta la cama, comenzando a desempacar.

—Perdón. No te molestes conmigo, por favor. Lo estoy intentando. —bajó la mirada.

—No estoy molesto, peque. —se sentó en la cama —Ven aquí —palmeó a su lado.
Taehyung obedeció cual cachorro y se sentó, dejando la maleta a sus pies.
—Eres buen chico, Tae bebé, sólo tienes ideas sueltas en tu cabecita. —acomodó el cabello que caía sobre la frente del castaño.

—Tú también eres bueno.

—¿Y tú cómo sabes?

—Puedo verlo. ¿Cómo sabes tú que yo soy bueno?

—Puedo sentirlo.

Se quedaron en silencio, sólo viéndose el uno al otro. Jungkook alejó su mano de la frente ajena.

—Quiero oírte cantar... — Taehyung rompió el silencio

—¿Por eso me llevas a esa agencia? Daré lo mejor de mi, lo prometo.

—Me refería a ahora...

Jungkook apretó los labios, de repente se sintió nervioso. —No lo sé, no..no puedo ahora. —se levantó.

—Pero...

—Mañana lo haré en la audición, ¿sí?

—Está bien —sonrió. — serás él mejor y la gente sabrá lo que se siente.

—¿Lo que se siente qué?

—Oírte cantar.

—¿Y qué se siente? —se cruzó de brazos. ¿Con qué le saldría ahora?

—Mmm.. Se siente como el paraíso. —afirmó.

Jungkook desvió la mirada. ¿Qué estaba buscando Taehyung cuando decía esas cosas? —M-Mejor vamos a dormir ya, ¿sí?




















Entre campos de de flores y mariposas revoloteando por doquier, Jungkook se sentía en el paraíso.
El calor del sol se proyectaba en su piel y podía sentir la calma que lo rodeaba. Pero había un problema ageno al paisaje, algo hacía presión en sus dientes incisivos y empujaba, y empujaba y em...em...empujaba.
Se despertó y abrió los ojos rápidamente. Llevó su mano a la boca, encontrándose con algo dentro de ella. El dedo del pie de Taehyung, estaba metido en su boca y empujaba sus dientes superiores.

¡¿QUÉ MIERDA?!

Habían decidido que dormiría cada uno de su lado, ¡¿Qué hacía Taehyung en la parte trasera?! O mejor pregunta aún ¡¿por qué seguía con su dedo en la boca?!

Dio un mordisco, lo suficientemente fuerte como para despertarlo, mas no para lastimar.
Taehyung despertó debido al dolor y alejó su pie, no sin antes dar una última patada a la boca de Jungkook.
El pelinegro se sentó en la cama y tapó su boca. Taehyung, por su lado, también se sentó, sujetando su pie y soplando en el dedo que comenzaba a arder. —¡¿Qué te pasa?! ¡Eso me dolió!

—¡¿Qué te pasa a ti, pedazo de loco?! ¡Estabas pateando mi cara!

—¿Eso hacía? — Taehyung desvió la mirada — Perdón, pensé que no me movería tanto esta vez.

— Es verdad, incluso te pasaste a la parte trasera.

—Es un hábito, lo siento.

— Si pides perdón una vez más, voy a devolverte la patada. Si es un hábito al dormir, no hay nada que hacerle.

—Ah, sí, per- digo, claro. Em, por patearte y todo.

Jungkook miró la hora — Son las cuatro de la mañana, volvamos a dormir. —se recostó, mas Taehyung se quedó en su lugar. — ¿No vas a dormir?

— Volveré a despertarte si duermo otra vez ahí. Mejor será que duerma en otro lugar. —se levantó, arrastrando sus pies hasta el costado de la cama — Aquí en el suelo, eso será mejor. —puchereó. Se quedó parado mirando el suelo como si fuera un niño regañado.

— Ven aquí, Taehyung. —alzó las cobijas — Si te acuestas muy pegado a mí, procuraré abrazarte tan fuerte que no podrás moverte de tu sitio. ¿Qué dices?

Taehyung se lo pensó un rato. Acostarse lado a lado era una cosa, pero acostarse abrazados ya pasaba a otra totalmente diferente. Implicaba unir sus cuerpos, algo que no le desagradaba, pero seguramente se vería mal si alguien los veía así. Mas el recepcionista tenía razón, no es como si alguien fuera a verlos dormir, y creyó que aceptar era la mejor opción. —Está bien. —se subió hasta la cama y caminó a gatas, aún frunciendo el labio en un bulto.
Se acomodó en los brazos de Jungkook, que rápidamente los tapó y lo abrazó.

—Ah, y último aviso — se levantó levemente para poder susurrar a su oído — Si vuelves a abultar tu labio, te voy a besar. —se recortó.

Taehyung mordió su labio inferior, procurando no volver a repetir esa absurda pero inevitable acción. Aunque, ¿qué tan malo sería si lo repetía?

Renaciendo en un artistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora