Capítulo I: Una mañana de noviembre.

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La luz que entraba por mi ventana, provocó que me levantara muy emocionado aquella mañana de noviembre.

Todo estaba saliendo según lo planeado. Mi madre estaba preparando el desayuno para todos. Kyba (mi perro) estaba saltando por todas partes, y mi amada novia llegaría a mi casa en unas horas. Era una mañana realmente estupenda, ya que pasaríamos el día en el parque acuático más grande de la ciudad. Al volver, veríamos una película y pasaríamos la noche en el jardín; haríamos una fogata y nos quedaríamos allí viendo las estrellas.
Tenía mis razones por las cuales ese día me emocionaba tanto. Razones por las que cada vez más actuaba como un niño pequeño delante de las actividades que se desarrollaban al transcurrir la mañana.
Recuerdo que en un momento me asomé por la ventana de mi habitación, y pude observar aquel hermoso paisaje urbano que no perdía los toques de una muy hermosa zona rural. Estaba lleno de jardines; árboles y flores por todos lados. Incluso animales como ardillas y patos en un pequeño estanque. Tenía bastante espacio para salir a correr, o simplemente tomar un respiro y despejar mi mente -por supuesto, en ocasiones donde no quisiese estar en el jardín de mi casa-. Quise dar un vistazo más antes de ir a hacer mis deberes y prepararme para el día; observé una vez más el hermoso panorama, sólo que esa vez, había notado que un hombre que no recordé haber visto, estaba parado en la acera del frente de la calle. Estaba mirando la casa fijamente, y no se movió en un buen rato. Ha de ser uno de esos hombres de negocios. Era bastante lógico pensar eso debido a su vestimenta: sombrero negro, abrigo marrón, pantalones de vestir y mocasines. Al cabo de unos minutos, el hombre se fue caminando. No le di mucha importancia, porque ya me había creado un concepto sobre él; hombre de negocios.

Tomé una ducha, preparé algo de ropa -quizás la más apropiada para la ocasión, siendo un par de jeans y una camiseta negra... y un par de zapatillas, por supuesto-. De todas maneras no estaría del todo vestido durante la tarde. ¡Iba a un parque acuático! Sin embargo... quería lucir bien para el momento en el que Liza llegara.
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Tal vez una cara bonita y un buen corazón sea lo que se busca en una chica actualmente. Quizás un buen físico que genere una muy fuerte atracción sexual. Pero yo sólo buscaba un buen corazón, así que opté por establecer una relación bastante bonita con una joven llamada "Liza" -de Elizabeth-.
Nos conocimos en la estación del metro una tarde después de clases. Estudiaba en la misma secundaria que yo, sin embargo, nunca la había visto. Pude notar que la chica estaba bastante impaciente; parecía que debía estar temprano en algún sitio. Me tomé la molestia de pensar que debía acercarme, así que decidí dar el primer paso arrojando quejas sobre el servicio del metro, la estación, e incluso los empleados. Al cabo de unos minutos, ya estábamos concluyendo conspiraciones sobre planes que el gobierno tenía para fastidiar a la población.

Hace unos meses:

-... sé que suena bastante loco, pero puede ser una posibilidad.

-La verdad es que sí -dijo ella mientras soltaba una coqueta y delicada carcajada-. Si lo miras de esa manera, tiene mucho sentido.

-¿¡Verdad que sí!? Por cierto, aún no me he presentado, lo siento. Me llamo Louis, mucho gusto.

-Louis... Tienes un nombre muy bonito. Soy Elizabeth, pero mejor llámame "Liza".

-Liza... ¡Bien! La verdad nunca te había visto en la escuela.

-Quizás porque no suelo salir mucho del salón en los tiempos libres. Ni siquiera en el almuerzo, la verdad prefiero tener un poco más de tiempo para mí y mis tareas.

-¡Oh! Una chica reservada y responsable. Eso es bueno, por mi parte, suelo dedicar un poco más de tiempo a las otras actividades.

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⏰ Última actualización: Jul 04, 2019 ⏰

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