Hobbie 7: La cita y un oso gigante
Narra Subaru:
Bueno, los últimos días habían sido... Ugh.
Esa noche Suika estuvo conmigo hasta el amanecer, luego de haber escuchado toda su historia no pude hacer más que quedarme en silencio y... Bueno ¿Estar ahí? No se si me explico pero, no soy muy bueno para esto, quiero decir, por supuesto que no es fácil hablar sobre el pasado y mucho menos cuando es así de lamentable, claro que el mio es una completa mierda también así que ¿Quien soy yo para juzgar o intentar consolarla? La entendía, podía entender su dolor y lo mejor que podía hacer era darle un hombro para llorar, supongo, al menos por esa noche.
Unos días después cuando las cosas se calmaron un poco y luego de tanto darle vueltas al asunto... Finalmente, llegué a tomar una decisión: Que su pasado trágico y mi pasado trágico no tenían porque ser lo único que supiéramos el uno del otro ¿Verdad?
Y así fue como de alguna forma, terminé metido en este lío...
-Entonces lo que dices es que quieres que te cuente más sobre mi, y tendré derecho a preguntarte lo que quiera sobre ti y en lugar más cómodo para ambos que la mansión, solos... En conclusión ¿Quieres que tengamos una cita? -Tsk, y pensar que le di tantas vueltas al asunto solo buscando la manera menos vergonzosa de decirlo, pero ella lo ha deducido así de fácil.
Malditasea, mi cara está caliente-
-Yah, lo que sea niña solo dime si o no -Gruñí, desviando la mirada a otro lugar, el que sea.
Poco después la escuché reír... Se está burlando ¿Se esta burlando de mi?
Maldición... Mi cara, mi jodida cara-
-Dame hora y lugar, te prometo que estaré ahí-
Así de vergonzoso fue, y ahora, justo ahora que ella está ahí frente a mi observandome tan descaradamente... Demonios, no se si salir corriendo de aquí o golpearme a mi mismo.
-Oye~ ¿Por qué esa cara larga? ¿Estas aburrido aquí? La verdad no creí que te gustaría volver a venir -Bufé, si, era verdad ¿Quién lleva a una chica a una librería en una... Cita? Bueno, en realidad era la cafetería librería a la que ella misma me trajo la vez pasada, si, donde rompí esa mesa.Y no escogí este lugar precisamente porque me encante leer o porque el café sea muy bueno, mucho menos porque quería que el jodido mesero la viera conmigo otra vez... No, nada de eso-
-No se nada de estas estupideces -Dije con molestia- Si tienes una mejor idea, suéltalo-
La tonta... Solo sonrió.-No hay buenas o malas ideas para una cita supongo... Quiero decir, estamos juntos ¿No? Eso es lo principal, además me gusta este lugar -Pero lo que no entiendo ¿No se supone que son las chicas las que toman estas cosas cursis y se ponen nerviosas? ¿Por qué ella está tan tranquila? ¿Por qué estoy sudando? ¿Por qué el imbécil del mesero no me trae mi maldito café con vainilla?-
...
Bueno, ya pasaron tres horas y no estuvo tan mal como yo esperaba, la verdad... No fue un asco.
Pude saber por qué Reiji se lleva tan bien con ella, ambos son unos completos ñoños de la ciencia, aunque siendo sincero se ve que es muy talentosa con eso. Respecto a su familia, pues no los ve desde que murió su hermano, solo le dan dinero para pagar el instituto y sus gastos, nada más. No se le hace fácil tener amigas chicas por alguna razón, prefiere hablar con chicos y al parecer el mesero es un amigo de la infancia... Eso no me hizo mucha gracia pero no dije nada al respecto, me dedique a escuchar todo lo que estuviera dispuesta a decirme.
Y yo también le dije muchas cosas, al principio idioteces como mi fecha de cumpleaños, el de los demás, la comida que no me disgusta, los colores que no me desagradan y también varias anécdotas de cuando era pequeño, como empecé a cuidar de las rosas, por qué suelo mantenerme con Shuu... Aunque es algo obvio.
El fin, no fue la gran cosa solo tomar café y hablar.
Oh, y de vez en cuando darle un par de vistazos al estúpido mesero.
-Tsuba-chan! -Su mano apretando mi chaqueta me sacó de mi trance, detuve mi paso para fijarme en que tenía la mirada fija en una de esas ferias donde a las personas sin oficio alguno van a perder el tiempo y a hacer más ruido de lo normal.
Claro que no quería ir ahí. Pero, la emoción que irradiaba su mirada era casi tan evidente como la falta de cerebro de Ayato- (multimedia)
-¿Quieres ir? -Apenas escuchó mi pregunta volteó a verme sorprendida, con los labios entre abiertos y parpadeando sin parar, como si la idea de que yo quisiera entrar ahí fuera una verdadera locura.
De hecho, si lo era.
Jodida mierda estaba por hacer-
-¿De verdad? No creo que te guste, hay mucha gente y ruido y... -Pero a mi me había gustado tanto la expresión que tenía en su cara, que no dudé en empujarla sin mucha fuerza hacia la entrada con una mínima sonrisa que intenté esconder en un intento de mueca-
-Solo muévete y si alguien me tropieza, te mataré a ti-
Y como si la vida estuviese en mi contra, desde que entramos hasta que salimos ¡Todo el mundo parecía querer morir esa noche! Perdí la cuenta de cuantas putas veces me tropezaron, y Suika estaba tan entusiasmada comiendo dulces y yendo de un lado a otro que no se daba cuenta.
Su albino cabello largo estuvo revoloteando a su alrededor, sus manos terminaron llenas de azúcar y pegajosas por esas porquerías rosadas que comía. Gracias a eso perdió cinco veces en un ridículo juego de tiro al blanco que estaba decidida en ganar desde que vio el oso exageradamente grande que tenían como premio ¡Esa cosa era más grande que ella!
¿Y adivinen quien terminó arrancandole la estúpida arma de juguete y disparando a los blancos para ganar al estúpido oso?
Si... Este idiota de aquí.
Y fue tan vergonzoso como todo el mundo aplaudió luego de que el hombre me entregara al oso y obviamente yo se lo diera a ella, aquello era demasiado para mi.
Pero... Si solo hubieran visto la cara que puso al tener esa cosa encima, lo veía como si fuese algún tesoro, sus ojos rubíes brillaban bajo las luces de colores de la feria, gracias a que era una noche fría la brisa le había despeinado el cabello y su sonrisa era tan grande que me permitía ver un par de hoyuelos pequeños que se marcaban en sus mejillas sonrojadas.
Nunca antes me había dado cuenta de aquellos hoyuelos, o de lo hermosa que podía verse cuando estaba así de feliz.
Tal vez porque nunca desde que llegó a la mansión había estado tan feliz como en ese momento, ahí, con ese oso y conmigo, por supuesto que eso me hizo ridículamente feliz a mi también.
Poco después caminábamos tranquilamente en un cómodo silencio por las calles de la ciudad, esperando ver un taxi desocupado, ninguno tenía prisa en volver. Estábamos bastante bien así solo ella, el estúpido oso al que terminé llevando yo porque era muy grande para ella... Y yo.
Y eso no fue todo, porque segundos después de subir a un taxi, ella solo se sintió con el derecho de abrazarme como si fuera de su propiedad.
-Hacía mucho, mucho tiempo que no me divertía tanto como hoy. Gracias por eso Tsuba-chan -Y como si con eso no le bastara, la muy... Esa chica, ella se recostó en mi hombro haciendo que su nariz rozara delicadamente con la piel descubierta de mi cuello.
En ese momento, cuando sentí su respiración chocar contra mi piel, sus manos al rededor de mi cintura y su cálido cuerpo pegado al mio, lo supe, supe que estaba perdido; Que esa chica me gustaba, me gustaba mucho.
Y que por culpa del maldito oso estaba incomodo, tsk ¿Por qué tuvo que elegir esa cosa tan grande?
LES DIJE QUE ACTUALIZARIA PRONTO O NO? Juju promesa cumplicada
¿Les gustó? Lo lamento si no estuvo bueno :') el proximo estará mil veces mejor.
#PaCuandoElBesoSubaru? ACTIVATE MEN
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¡Tsuba Hobbie! «Subaru Sakamaki»
Fanfiction❝¡Encontraré tu hobbie perfecto Tsuba-chan! Y dejarás de romper muros antes de que Reiji-san te rompa las bolas.❞ Inicio:16/06/17 Final:... Creditos por la textura de la portada a: @Neaekis