"- ¿Qué creen que están haciendo?"
El suave tintineo de las primera gotas de lluvia golpeando al suelo calmó un poco su desenfrenado corazón, pensó que mientras caminaba sin rumbo por algún tiempo entonces encontraría el verdadero camino que debía s...
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El cielo grisáceo hacía conjugación con la mirada melancólica en los ojos de Jungkook. Tan solo el pensar que iba a iniciar desde cero lo ponía mal, el no necesitaba una nueva escuela, ni nuevos amigos, ni mucho menos una nueva vida. Recargo su cabeza en el vidrio empañado, mientras las primeras gotas de lluvia de resbalaban con gracia sobre la ventana, no tenía interés alguno en conocer la nueva ciudad donde iba a iniciar de nuevo, no aún. Aun recordaba las caras de tristeza de sus amigos, algunas fingidas, otras reales. El suspiro a su lado lo hizo rodar los ojos con una sonrisa.
— Vas a desinflarte si sigues así, Sehun.
Su hermano volteo a verlo con una mirada triste.
— Extraño a todos.
— También yo.
Ninguno volvió a hablar cuando sintieron la mirada pesada de su padre por el retrovisor. Incomodos desviaron la mirada a la ventana, hacía el mismo lugar.
Jungkook sintió su estomago contraerse con fuerza, sus ojos se habían topado con el ser más precioso que jamas habían visto, ese vestido blanco resaltaba su piel pálida, el largo cabello castaño parecía tan suave que quería bajar del auto e ir corriendo a esa cafetería donde se encontraba sentada para comprobarlo.
Pero no era el único que quería hacerlo.
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— 𝓜 𝓮 𝓮 𝓽 𝓨 𝓸 𝓾 —
— i n t r o d u c c i ó n —
De nuevo tarde, parecía que las manecillas del reloj ahora estaban en su contra. Taehyung sabía lo que le esperaba, después de todo no era la primera vez que le pasaba. Suspiró rendido tomando las cuerdas de su mochila mientras se acercaba a la puerta de la escuela, pronto una sonrisa nerviosa se plasmo en su cara cuando se encontró con el profesor.
Sin esperar más camino hacia los demás chicos que estaban en la misma situación que el y sostuvo su mochila por sobre su cabeza.
El profesor los miraba decepcionado, no pudo evitar rehuir a su mirada acusadora sintiéndose culpable y aceptando su castigo.
