La hierba debajo de mis pies, es extraña al tacto... los arboles se balancean suavemente con el golpe del viento y mi vestido se hincha dejando ver mis muslos, el está ahí recostado sobre el pasto, no deja de mirarme, trato de acercarme pero me detiene el cristal, escucho varios golpes sobre este, pero no hay nada a mi alrededor, el se ha ido.
- HOLAAAAA! - Dijo una voz afuera del círculo... es Alec golpeando el cristal.
- ¿Qué quieres? - dije mientras me sentaba al borde de la cama.
- Te traje el desayuno - dijo mientras ponía la bandeja en la caja - Date prisa, se va a enfriar.
- Gracias, ahora puedes irte - dije con una voz monótona.
- Esperaba que pudiéramos desayunar juntos, mi padre se irá hoy... así que decidí que sería una buena idea pasar tiempo contigo.
- No es una buena idea créeme, lo último que quiero es jaqueca.
- Lindo cabello... - dijo riéndose.
Me miré al espejo y mi cabello parecía cobrar vida, intenté arreglarlo pero fue en vano.
- Por que no te sientas y tomas el desayuno junto a mi - Dijo mientras señalaba adentro del cristal.
Saqué la bandeja de la caja y me senté frente a el.
- Bueno... ya que vamos a ser amigos, quiero hacerte algunas preguntas.
- ¿Disculpa? - dije soltando una carcajada - No vamos a ser amigos.
- Bueno entonces podemos ser lo que quieras - dijo con un sonrisa insinuando algo más - Así que tienes 16 años y tu única amiga es una enfermera, cuéntame algo más de tu patética vida.
- No te soporto! vete ahora - dije levantándome, podía sentir mis mejillas tornándose de rojo.
- Lo s-siento... solo era una...
- No me interesa tu opinión sobre mi! quiero que salgas ahora o llamaré a seguridad.
Alec tomó su bandeja y salió del cuarto sin mirar atrás; ¿por qué me trataba así? ¿acaso había hecho algo para ofenderle?
Tarde
Esperé a Erick por un largo rato, pero el jamás apareció y la fiesta estaba por terminar; como fui tan ingenua... claro que el no iba a venir, y por supuesto que no se iba a enamorar de una chica encerrada. Me dirigí al baño para quitarme el vestido, pero antes de llegar una voz gruesa se asomo detrás del cristal.
- Hola... vine a ver como estabas.
Alec estaba apoyado sobre el cristal con una sonrisa que apenas se podía notar.
- ¿Vienes otra vez a molestarme?
- No... la verdad vengo a pedirte una disculpa - suspiró y continuó - Lo que dije estuvo mal, Lo siento mucho - dijo mientras se acomodaba su cabello - Te traje algo.
Alec sacó de su bolsillo una pequeña flor artificial y la puso en la caja.
- Sé que no es el mejor regalo pero espero que me perdones.
- Gracias - dije mientras sacaba la flor de la caja - Es bonita.
- Como tú... me gustaría ponerla detrás de tu oreja, pero ya sabes - dijo golpeando el cristal.
Puse la flor detrás de mi oreja y lo observé esperando que no note lo sonrojada que estaba.
- ¿No dejan entrar a nadie verdad?
- Así es... solo a Evelyn.
- ¿Romperías las reglas por el enfermero?
- No lo creo... - dije intentando que las lagrimas no brotaran de mis ojos.
- Tú y el...
- No! eso jamás pasara...
- Lo lamento - dijo mientras miraba sus zapatos - Tengo que despedirme de mi padre, te veré mañana.
No sé lo que acaba de pasar, pero siendo sincera, esta versión de Alec es agradable, espero que siga así.
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El círculo
Художественная прозаEl mundo se ha puesto en contra de la humanidad, todo lo que conocemos como hogar ha sido invadido por distintas enfermedades, así que hemos tenido que escapar, refugiarnos entre los bosques, valles, campos o cualquier lugar que se encuentre lo más...