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—Vamos, hyung abra la puerta—

—No quiero—

—Hyung debe comer algo—

—No lo hare-—

Jae se encontraba afuera de la habitación de Doyoung, esperando a que le abriera para poder alimentarlo con una sopa que se encontraba en sus manos, pero este se negaba rotundamente a abrirla, ya que hace unos días atrás atrapó un resfriado, a principio no era tan grave sin embargo a medida que avanzo el tiempo, digamos que la situación empeoró.

Taeyong al verlo de ese modo, le pidió que se quedara en su habitación por ese periodo mientras se mejoraba, ya que no quería que alguno de los demás miembros, especialmente de los Dreams, cogiera el resfriado, el enfermo entendió y solo asintió.

Su líder, además de los otros miembros mayores se encargaban de ir a darle sus medicinas y llevarle comida, pero no se espero que en esa tarde, uno de sus donsaengs favoritos le fuera a cuidar, no le molestaba al contrario, le gustaba que su menor lo atendiera, pero no quería contagiarlo, sobre todo no quería que lo viera con sus mocos y su piel pálida, de alguna forma lo avergonzaba, por eso ahora trataba de evitar que él entrara.

—Hyung, por favor— Yoonoh, seguía insistiendo, no se iba ir hasta ver que su mayor comiera algo.

—¿Porque no vino Taeyong?— el otro solo buscaba la manera de que este fuera en busca de sus amigos, ya que solo ellos les permitía verlo de ese modo.

—Esta ocupado— mentira, el nombrado estaba libre, pero al menor no le gustaba la idea de que los miembros cuidaran de su Hyung favorito, se sentía celoso por eso.

—¿y Taeil, o Johnny, porque no vino Kun incluso?-—Jae se estaba empezando a impacientar, ¿porque quería verlos solo ellos?, se preguntó así mismo.

—Doyoung hyung, yo estoy aquí ahora, aunque no quiera yo lo vengo a cuidar— Dijo en un tono de fastidio.

El mayor solo suspiro al parecer no iba a lograr que su menor lo dejara, no le quedó de otra que abrir la puerta y dejarlo entrar, se levantó de la cama, colocándose encima una cobija para cubrir su cuerpo, saco al seguro dándole vuelta a la manilla dejando ver a la persona de hace un rato afirmando una de sus manos en el marco de la puerta y con la otra sosteniendo el plato de comida.

Jae tenía un pequeño semblante de molestia, pero al ver a Doyoung lo cambio rápidamente a una sonrisa con hoyuelos, ¿la razón?; su mayor tenia un puchero es sus lindos labios, para el castaño esa era una de las mejores formas de hacer que su corazón se acelerará, aunque tuviera la piel horrible según lo que pensaba el contrario, Yoonoh no lo creía así, porque para su gusto su mayor era lo más hermoso que podría existir.

—Pasa— el peli negro, invito a que el otro se adentrase a la habitación.

—Ve a acostarte, te daré la sopa— Doyoung se dio la vuelta y se fue a su cama, se acomodó en una posición que le permitiera comer, tapando sus piernas con las cobijas, el menor dejo el plato en el mueble que se encontraba cerca del lecho de su hyung, tomo la cuchara con un poco de sopa, la soplo para asegurarse de que su conejito, como le gustaba decirle, no se quemara con ella.

Doyoung al ver la acción que realizaba, no pudo evitar sonrojarse, trataba de evitar tener contacto visual pero fue imposible, ya que el menor le entregaba una mirada tan calidad que de alguna manera no podías dejarla de ver.

—¿Hyung porque no me dejabas entrar?—Este pregunto con algo de tristeza en su tono, causando que el contrario se sintiera mal, por lo que había echo.

—Yo...— no sabía que decirle.

—¿Acaso no me quería ver?— eso hizo que el corazón del mayor se comprimiera, si algo que odiaba era ver su donsaengs de ese modo.

—No quería que me vieras— dijo en un susurro bastante bajo, pero que aún así el castaño pudo escuchar a la perfección, sonriendo de lado, decidió jugar un poco con él.

—No lo escuche ¿lo puede repetir?— Doyoung al oír estas palabras, solo hizo que aumentara el color rojo de sus mejillas.

—No es nada— trato de evitar el tema.

—Hyung, dígame— hizo un mohín, para que este accediera a su petición, cuando su mayor lo vio solo se sorprendió por el gesto, pero no iba a ceder, si algo tenía bien claro era que su menor era bastante manipulador.

—Ño— lo miro serio, sacándole la lengua, para luego darle una de sus grandes sonrisas- Mejor dame sopa-

—Ah~esta bien— volvió hacer la misma acción tomo un poco de sopa, para luego soplarle y dársela.

Estuvieron así un buen rato hasta que el peli negro se terminó el plato por completo, dejando a un orgulloso Jae por haberse comido todo.

—Voy a comprobar si tiene fiebre— el contrario asintió a lo dicho, pero no se esperaba que este, pusiera su mano en su frente para luego acercarse y colocar la contraria cerca de ella, estaban a solo unos centímetros de distancia, Doyoung se tensó además de que un leve color carmesí tiñera sus mejillas.

—¿Q-que estas haciendo?— interrogó nervioso ya que al tartamudear se podía apreciar.

—Solo estoy tomando la temperatura nada mas— dijo como si no fuera la gran cosa, pero que para el otro si lo era, ya que su corazón estaba a punto de salirse.

—Pero ¿no hay otra forma?— quería alejarse lo más rápido, porque sabía que cualquier momento se iba desmayar.

—Cuando estudié en América esta era la forma más efectiva— habló firme, para que no dudará de lo que estaba haciendo.

—Ahh—desvió la mirada, porque ya no aguantaba más, sus respiraciones se estaban mezclando de gran manera, y noto que los labios de sus menor estaban muy cerca, se preguntó ¿cómo serían besarlos?, pero al percatarse de ese pensamiento, trato de esfurmarlo tan rápido como apareció en su mente.

—Listo, no está alta— se alejo lentamente, a lo que el mayor por fin pudo respirar libremente, y sentirse aliviado, esta seguro que un poco más y no resistiría a la tentación.

Al ver las acciones de su Hyung, Jae lo quedó mirando fijamente, y también aprovechó para preguntarle algo que tenía en su mente desde hace unos días.

—Hyung ¿porque quería que viniera Tae-hyung?— desconcertado por la pregunta del menor, no sabía como responderle
—Bueno, es que últimamente él  ha sido el que más te visita y te atiende— dijo eso con la cabeza agachada y con un tono algo serio, Doyoung sin comprender aún a donde quería llegar —¿Acaso le gusta?— al escuchar esto se atragantó con su saliva, causando que tociera asustando a Jae, este le extendió un vaso con agua que se encontrab en el mueble cercano, lo tomo y lo bebió, una vez ya más relajado lo miro, se notaba que esta vez no estaba jugando ni nada por el estilo, preocupándose un poco por el cambio de actitud.

—Jeffrey, ¿porque preguntas eso?—

—Solo responda— para el la respuesta era obvia, la persona que le gustaba era otra, y estaba enfrente suyo, pero sinceramente no entendía nada.

—Bueno Taeyong es una gran persona, no niego que también es muy guapo, sin embargo siempre se preocupa por las personas cuando lo necesitan, en verdad a demostrado ser un gran líder para nosotros, es atento y aveces suele ser muy cariñoso, pero a mi...— fue interrumpido por Yoonoh quien se levantó de su asiento, sin comprender que sucedía, le pregunto.

—¿Que pasa?— mientras el menor se iba acercando a la puerta, ese por un impulsos se levantó de la cama, su mente le decía que debía detenerlo, pero no sabía por qué.

—No quiero seguir escuchando— esto hizo que el se sobresaltara, ya que se notaba el enojo en su voz y en su mirada, ¿pero porque lo estaría? Se preguntaba así mismo el que tenía rasgos de conejo.

Cuando cerró el contrario la puerta, el silencio abundó en la habitación, dejando a la vez un corazón adolorido, Doyoung dirigió su mano a su pecho, sentía punzadas dolorosas en este, sus ojos se cristalizaron, dejando caer pequeñas gotas.

Estaba confundido porque lloraba, ¿no había motivos cierto?, quería convencerse pero no podía, aún sentía los ojos de su menor enfrente suyos, no lograba olvidar lo sucedido, ¿porque?, ¿acaso el tenía la culpa?, ¿que hizo mal?, sus piernas empezaron a flaquear, así que se fue a su cama, para recostarse y cubrirse con las mantas hasta su cabeza, mientras sollozaba.

『 𝑹𝒆𝒔𝒇𝒓𝒊𝒂𝒅𝒐【 𝒥𝒶𝑒𝒟𝑜 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora