Esta historia se sitúa en algún punto de los 5 años que transcurrieron en End Game.
El espejo de Oesed es parte del mundo de Harry Potter, me tome ciertas licencias, pero todos los personajes son pertenecientes a MARVEL y el espejo de Oesed a HP.
‹‹ Aquí te amo. En los oscuros pinos se desenreda el viento. Fosforece la luna sobre las aguas errantes. Andan días iguales persiguiéndose. Se desciñe la niebla en danzantes figuras. Una gaviota de plata se descuelga del ocaso. A veces una vela. Altas, altas estrellas. O la cruz negra de un barco. Solo. A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda. Suena, resuena el mar lejano. Este es un puerto. Aquí te amo. Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte. Te estoy amando aún entre estas frías cosas. A veces van mis besos en esos barcos graves, que corren por el mar hacia donde no llegan. Ya me veo olvidado como estas viejas anclas. Son más tristes los muelles cuando atraca la tarde. Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta. Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante. Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos. Pero la noche llega y comienza a cantarme. La luna hace girar su rodaje de sueño. Me miran con tus ojos las estrellas más grandes. Y como yo te amo, los pinos en el viento, quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.››
Aquí te amo, Pablo Neruda.
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El espejo de Oesed era uno de los pocos tesoros de Odín que Thor había logrado rescatar de Asgard.
En antaño, la atención que le había ofrecido fue escasa. A sus ojos, no era más que un espejo corriente. Odín en su sabiduría había advertido a Thor que, a pesar de parecerle a él un espejo normal, no lo era. Sin embargo, aplaudió la felicidad de su hijo, pues aquel espejo reflejaría con normalidad a un hombre que fuese puramente feliz, sin algún deseo escondido en su corazón... pero ya no parecía ser así.
Había sido casualidad la forma en que se topo con este de nueva cuenta. Pasando por el salón de la pequeña casa que ahora habitaba, le vio llenándose de polvo aún con la manta gris que le cubría, retirándole para verlo. Thor casi se había quedado sin aliento al ver lo que su reflejo le mostró.
—Loki...
Las lágrimas empañaron de pronto su visión. Altanero y con una sonrisa confiada, Loki le observaba tras el cristal. Pensó en primera estancia en romper el espejo, imaginando torpemente que este retenía a su hermano. Sin embargo, lo único que hizo fue desviar su mirada y lanzar una maldición al aire cuando el conocido grito de Korg clamó por su atención. Sin tornar la vista al reflejo nuevamente, cubrió el cristal con la misma manta que antes y, asegurándose que nadie hubiese visto su reciente visión, finalmente se fue de aquel lugar.
No importó cuan febrilmente trato de distraerse. Una y otra vez, sus pensamientos se veían opacados por la figura que había visto en el espejo. Se preguntó por un segundo mientras veía la pantalla de «game over» en el televisor, si aquel espejo era capaz de leer el futuro. Odín únicamente había advertido sobre verse sólo en su reflejo por ser llanamente feliz, pero entonces, si no lo eras... ¿qué era lo que ocurría?
Dejando el mando a un lado y justificando su pronta partida con un falso cansancio, se encaminó nuevamente hacía el salón que aguardaba con aquel tesoro.
