Séptimo mandamiento: No pasarán festividades juntos

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Seamos sensatos, si no puedes conocer a su familia menos pasar festividades juntos.

En especial San Valentín.

No pueden pasar ni el día mundial del cartero, o el del maestro, el de los niños, no.

He aquí mi situación: era catorce de febrero y yo estaba pasándola de maravilla viendo riverdale en Netflix mientras comía cereal cuando la persona más molesta de la tierra aka Junhui, me llamó. Me dijo muy entusiasmado que fuera a su casa y luego fuéramos a comer por ahí con su nuevo novio, un coreanito de nombre Seokmin. Yo dije que no, pero conociéndole me insistiría hasta que accediera.

El muy desgraciado lo hizo.

No quería ver cómo se tragaba al tipo mientras yo comía en silencio completamente incómodo. Así que sugirió que invitara a alguien.

Pude haber invitado a mi ex, pero lo que hice fue invitar a Soonyoung. Excelente.

Él pasó por mí a mi casa y nos dirigimos a casa de Jun. Nos presentó a Seokmin, que a decir verdad me agradó bastante, y luego nos dirigimos a un bar bastante hipster diría yo. Evidentemente el lugar estaba adornado con temática romántica por lo que sólo pude pensar que había sido una terrible idea.

Cuando finalmente terminamos de comer, Jun sugirió que paseáramos por las calles llenas de gente. Ahg.

Él estuvo muy romántico con Seokmin todo el maldito paseo y Soonie y yo sólo podíamos desviar la mirada y conversar entre nosotros.

Cuando dieron las diez de la noche, pasamos por el centro de la ciudad y habían bastantes cosas interesantes, vendedores ambulantes y esas cosas. Para mi mala suerte vi un bonito peluche de Leonard (line friends) y oh maldición, mi debilidad, sin embargo no quise decir nada debido a mi integridad y poca dignidad que me quedaba, peeeero Soonyoung se dio cuenta.

Y sip, me lo compró.

Después compramos comida, burbujas, de esas varitas que les prendes fuego y sacan chispas. Comenzaba a sentirse distinto de como habíamos comenzado el paseo y no estaba seguro de cómo detenerlo.

Maldición, me la pasé realmente bien.

Al final del paseo, fuimos a mi casa y terminamos ese día de una forma más... ya saben a qué me refiero. Volví a romper el mandamiento uno y sentí que había sido algo más que sólo sexo. Yo no era así, aquello se me estaba escapando de la manos.

Estaba terriblemente asustado.

El punto aquí es que no deben pasar festividades con ese amigo bajo ninguna circunstancia. Sigan mis consejos y vean mis situaciones como ejemplo, se los suplico, por Jesucristo.

Xú MíngHào.

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