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Strange estaba totalmente arrepentido de aceptar ayudar a cuidar a los clones del filántropo.
Y no era porque el Stark original y el clon celoso intentarán asesinarlo cada cinco minutos; no... Lo que lo sacaba de quicio era el clon que le tocó cuidar a él.

—¿Seguro qué no quieres que te transfiera algunos millones a tu cuenta? — Preguntó el clon noble.
Stephen contuvo una arcada ante tanta amabilidad, aún así se forzó a sonreír.

—Por doceava vez, no gracias; pero agradezco que quieras hacerlo — Mascullo entre dientes y el clon del filántropo le dedico un puchero.

A través del rabillo del ojo pudo ver a dos castaños, era obvio que el clon celoso y el verdadero Tony lo estaban espiando.

Una sonrisa se formo en el rostro de Stephen, pues ya sabía como divertirse.

—¿Podrías contarme algunas cosas de la señorita Potts? Me gustaría darle un regalo — Dijo el apuesto hombre.

El clon pareció dudar pero finalmente asintió y comenzó a contarle muchísimas cosas.
Un fuerte golpe se escuchó y Stephen supo que había logrado su cometido de hacerlos rabiar.
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Tengo un dilema. Amo escribir sobre Marvel pero me gustaría escribir de otras cosas para así llegar a más personas; así que comenten sus fandoms para ver de cual me animo a hacer una historia.

Tranquilas, aún seguiré trayéndoles estas locas historias.

Las amo 3000.

~Lore~

Demasiados Stark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora