Capitulo 4

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POV KARMA: 02 de diciembre

Sentía mi cuerpo pesado y muy adolorido sabía que quedarme dormido en esa silla era mala idea.
Había sufrido las consecuencias todo el día, pues apenas salía de la oficina; más de 15 horas de trabajo y solo porque el día anterior se me ocurrió la brillante idea de dejar el trabajo para el día siguiente. Lo que a Haruka no le agrado pero ella sí hizo su trabajo y había salido 3 horas antes que yo, si me apuraba aun podría llegar al metro para tomar el último tren que me dejará en la estación cercana a mi departamento, tampoco tenía muchas ganas de caminar de 20 a 30 minutos prefería tomar el tren y relajarme tan siquiera un poco, sin duda tengo que comprarme un auto ya que como en estos casos me serviría de mucho.

Creo que te debería que tomarme unos días de vacaciones, aunque con todo el ajetreo y la ayuda que le estoy brindando a los orfanatos no me dejaría hacerlo. También tenía pendiente la visita de los chicos y las salidas que habíamos dejado a medias la última vez por problemas de trabajo de algunos.

Una vez llegando al metro espere el último tren, por suerte no tarde mucho si no lo habría perdido, una vez llegado decidí pagar y subir a él, para acomodarme en un asiento a esas horas era raro ver a alguien en el tren. Solo quería cerrar mis ojos para dormir pero no podía bajar la guardia del todo, últimamente habían sucedido accidentes a mi alrededor, como si alguien quisiera hacer me daño pero no a tal grado de matarme, aunque ya le había pedido a Bicht-sensei que me informara si pedían mi cabeza en el bajo mundo, aunque sería entretenido enfrentarme a un asesino profesional desde que habíamos salido de la secundaria había dejado un poco de meterme en pleitos principalmente para ponerle algo de atención a los estudios y vencer a la copia barata.

Ah sin duda extraño aquel tiempo donde nos entrenaban para matar al tako, y más los últimos días donde nos dimos cuenta de todas las habilidades que habíamos adquirido al casi año, no dejábamos de sorprendernos del instinto asesino de cada uno y la forma en como nos movíamos. Posiblemente si el tako no hubiera aparecido no habríamos cambiado para bien y ahora no seriamos las personas que somos, tampoco habríamos tenido las amistades de hoy en día, y tal vez nunca hubiera recuperado mi amistad con Nagisa. Definitivamente no seriamos las personas que somos hoy en día.

Tampoco voy a mentir y decir que no extraño al tako, aunque siempre lo recordare con el nombre que le puso la cabeza de tierra y Nagisa, después de todo Koro-sensei sin duda es alguien que todos apreciamos.

Pude oír la vocecilla que indicaba la próxima parada, inmediatamente me puse de pie para estar a un lado de la puerta, una vez que este se detuvo y se abrieron las puertas salí con paso perezoso, recorriendo el camino a casa que sin tardar más de 5 minutos llegué y aventé el maletín, para hacer el ritual de siempre, antes de irme a dormir otra vez sin cenar.

-Al día siguiente-


El sonido de una llamada entrante fue lo que me despertó, ¿quién diablos llamaba tan temprano?.
Al alzar la cabe y buscar entre mi cama el celular, al encontrarlo gruñí en protesta, era el Ikemen.

- ¿Qué diablos haces llamando a estas horas Isoga? - Proteste una vez conteste.

-Perdón Karma, pero solo queríamos saber si sabes algo de Nagisa- Denotaba preocupación.

-He Nagi? No, no he sabido nada de el desde hace como un mes tal vez. - Algo desconcertado mientras me sentaba en la cama.

Escuche como si le murmuraba a alguien y tal vez un ¿suspiro? -Karma estamos preocupados por él, normalmente me lo encontraba a veces en el parque- Hice una mueca, bueno tenía razón Nagisa no es de los que desaparece, así como si nada -Además Akari.... Digo Kayano le comento a Rio que le llego una carta de el-

El camino que tomamos (Karmagisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora