Capítulo 14

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─Lo siguiente que recuerdo ─finalicé─ Es que desperté en el salón de clases de la secundaria, supongo que grité por la sorpresa de que realmente había viajado al pasado, aunque realmente no lo recuerdo del todo.

─Entonces... ─me preguntó Vanessa mirándome algo extrañada como si yo apestara─ ¿Cuántos años tienes realmente?

─28.

─¿28? Se sobresaltó─ ¿Eres un...?

─Si, sé lo que estás pensando ─la detuve─ Y quizá se vea mal, o mejor dicho, está mal porque eres menor de edad, así que yo...

─Olvídalo ─me dijo─ Realmente no me importa.

─¿Estás bien con eso?

─Soy demasiado madura para los mocosos que tengo por compañeros en el salón ─respondió─ Creo que me llevo bien contigo porque eres más maduro.

─Aja, la otaku me habla de madurez ─respondí sarcásticamente.

─A ti también te gusta ─replicó─ ¿Con que derecho lo dices tú?

─Muchachos ─interrumpió Alicia─ Creo que no hay que desviarnos del tema, lo más importante ahora es saber quién fue aquel que te envió al pasado y el que me salvó la vida.

─¿Habrá sido Dios? ─preguntó Vanessa.

─No, de lo que estoy seguro es que no fue Dios ─respondí.

─¿Por qué lo crees?

─Porque él no haría este tipo de cosas ─respondí─ Él simplemente habría evitado el accidente desde un inicio, o habría dejado que muriera, pero no haría algo como regresar el tiempo. Si lo hiciera significaría que tomó la decisión incorrecta e intentaría deshacer su acción, y eso va contra su naturaleza.

─Qué curioso que menciones a Dios ─escuchamos hablar a la mánager de la cantante tras de nosotros.

Hasta ese momento ella se había mantenido al margen de la conversación.

Ni siquiera sabíamos qué estaba haciendo porque estábamos enfrascados.

Pero aparentemente sí que prestaba atención.

─Supongo que ya no importa ─murmuró la manager después de soltar un suspiro.

─¿De qué hablas? ─le preguntó Alicia.

─Veras amiga ─comentó─ Todo lo que te dijo este muchacho es verdad, y sé que es cruel que yo como tu mejor amiga te lo diga, pero, es cierto, tú deberías estar muerta, y esa chica no debió haber nacido, bueno, originalmente así debió ser.

─¿Por qué dices eso? ─preguntó la cantante, sorprendida de que de un momento a otro, su amiga de varios años dijera algo así.

Ella se alejó de nosotros, situándose en el fondo del lugar.

Su semblante cambió radicalmente, creo que ni Alicia la reconocía ya.

─¿Que sucede Zuleyma? ─le preguntó.

Ella estaba de espaldas, entonces se volteó y sonriendo nos dijo:

─Es verdad, a veces hacer lo correcto no te garantiza ser una buena persona.

La cantante y yo nos estremecimos.

Se sintió más como un escalofrío eléctrico que me recorrió la espalda.

Pero esa impresión no fue porque la manager de Alicia repitiera esa frase que ambos dijimos antes.

Fue porque sonó idéntica a como la escuchamos en su momento cuando ambos estábamos convalecientes.

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