Parte 3

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Eran ya pasadas las 12 del mediodía de una calida tarde de otoño. En Ottery St. Catchpole. Las hojas secas caoba y rojizas de los árboles comenzaban a caer inundando el suelo de muchos colores. Mas allá del pueblo se encontraba una casa de varios pisos que parecía no poder sostenerse por si solo, porque realmente lo hacia por medio de magia.

La Madriguera siempre había sido un lugar ocupado por mucha gente, después de todo, los hijos, sus respectivos/as esposos/as, y los nietos de Arthur y Molly Weasley iban a celebrar las fiestas allí. Pero hoy especialmente, la gran casa de los Weasley estaba atareada de gente que iba de aquí para allá, ordenando cosas, llevando flores, arreglando vestidos y trajes, levantando copas, entre otras cosas.

Vamos muchachos- gritaba la Señora Weasley- Tan solo faltan 3 horas para que los invitados lleguen- tomo su varita y corrió muy rápido hacia el jardín.

Indico a sus hijos que levantaran la carpa blanca y una vez puesta esta, se puso a trabajar.

Con ayuda de magia coloco las sillas blancas en dos grupos dejando un pasillo en el medio del salón.

Hermione Weasley coloco la decoración de flores por todo el lugar y con ayuda de su marido, Ron Weasley colgó del techo pequeñas cintas de color rojo y dorado, mientras Arthur les entregaba la lista de invitados a Bill y Charlie Weasley para que pudieran guiar a los invitados.

George Weasley preparaba los fuegos artificiales que iba a ser una sorpresa para los novios.

En una esquina Molly ordenaba a los camareros tener todo preparado para la fiesta y ellos obedientes asentían y escuchaban atentamente.

De repente Arthur de acerco a su mujer y le toco el hombro suavemente.

Cariño, ¿sabes donde esta la familia de la novia?- Pregunto.

Si, se han ido a buscar a sus parientes en la estación de trenes- dijo sonriente- Vamos todo debe ser perfecto- aclaro para luego marcharse enérgicamente hacia el exterior de la carpa.

En una habitación de la planta alta de la casa, se encontraba una pelirroja mirando por la ventana. La mujer llevaba un vestido azul mar largo que se cernía en la cintura y tenia pequeños detalles de piedras en el corpiño, su pelo rojo fuego, estaba recogido en un peinado de costado algo desprolijo que hacia que algunos mechones de su pelo quedasen sueltos.

Ginny Potter miraba como la gran carpa blanca y reluciente era colgada en el jardín de los Weasley, como era la tradición. Todos los miembros de la familia habían celebrado su boda en aquel jardín, incluso su boda con el gran amor de su vida había ocurrido allí, y eso le traía demasiados recuerdos que la hacían querer llorar.

De repente alguien abrió la puerta y entro con paso ligero hacia donde se encontraba su mujer. Harry Potter llevaba un traje de color gris con una corbata de color rojo opaco, su cabello lucia despeinado como de costumbre y su sonrisa lo hacia ver guapo y joven a pesar de su edad.

El pelinegro abrazo a su esposa por la cintura y deposito un beso en el hombro de esta.

¿Estas bien?- Pregunto mirando hacia la ventana.

Si, es solo que esto me trae muchos recuerdos, y pensar que hoy mi...- Ginny no pudo terminar la frase porque sino rompería en llanto.

Harry la abrazo a un mas para evitar que eso sucediese.

Que rápido crecen ¿no?- pregunto.

Ya lo creo- dijo ella con cierta nostalgia.

Vamos, no te pongas triste- dijo Harry haciendo que lo mire a los ojos- Nuestro hijo tiene a una bella pelirroja que podrá cuidar de él, incluso tu la aprobaste ¿recuerdas?-

James sirius Potter y tu ONE SHOTWhere stories live. Discover now