Tiffany's, una de las joyerías más lujosas de la ciudad, con sus llamativas paredes de hermoso cristal azul y el letrero sobre la puerta que te hacía creer que probablemente costaría más que tu propia casa. La única joyería que te ofrecía un desayuno como toda una celebridad, pero ese lujo solo tenían un par de personas, personas que tenían tanto dinero como para que sus desayunos fueran en este tipo de lugares.
Es por eso que dentro de este local se encontraba Cheryl, heredera del empresario multimillonario Mark Oberlin, tomando champán plácidamente junto a seis de sus amigas después de un delicioso desayuno.
-Gracias-pronuncia con un tono ligeramente elevado cuando el trabajador del lugar le sirve la tercera botella de champán-No entiendo por qué sirven champán en una joyería, pero creo que eso es lo que la hace mi favorita-pronuncia entre carcajadas la rubia y da un largo trago a su copa.
-Tengo una idea-dice, Alexa, su mejor amiga con una maliciosa sonrisa dibujada en su rostro. Cuando las chicas pusieron toda su atención en ella, volvió a hablar-Vamos a jugar a los retos. Así que, comienzo yo...
Se toma un minuto para observar a cada una de sus amigas, pensando meticulosamente en cual de ellas podría ser perfecta para cumplir con el primer reto.
-Victoria-chilla y la morena se gira hacia ella con una diminuta expresión de terror en el rostro-Te reto a comprar aquel horrible collar sobre el estante.
Victoria se gira a observar el lugar que su amiga estaba señalando, encontrándose con, a su parecer, un horrible collar de pedrería verde que llegaba a la cintura del maniquí mientras un feo dige colgaba de la punta de este. Frunció el ceño volviendo la atención a su amiga.
-¿Cuál es mi penitencia de no cumplir con el reto?
-Si no cumples con el reto, entonces lo compraré yo y tendrás que usarlo en la fiesta de cumpleaños de Cheryl-sentencia Alexa y la morena abre su boca en una "o" mientras el resto de sus amigas dejan salir un grito de asombro de sus bocas. Nadie se atrevería a usar ese horrible collar en una fiesta tan importante como lo son las de Cheryl.
-Bien, supongo que no tengo escapatoria-Victoria se pone de pie, llamando la atención de uno de los chicos que trabaja en el lugar, quien camina hacia ella ofreciéndole su ayuda-Llevaré ese-le indica y el chico se queda mirándola fijamente.
-¿No le gustaría consultar el precio?
-No es por presumir, pero, sólo ponlo en la bolsa-dice la morena sin expresión.
El chico de cabello castaño asiente y gira los ojos una vez se da la vuelta. Él es Christopher, y aunque lleva poco tiempo trabajando en Tiffany's, ha aprendido a conocer a las personas que entran allí, y este tipo de chicas son las que me menos le agradan. Solo son jóvenes intentando alardear de todo el dinero que tiene sus padres, gastando por montones sin tener una idea de lo que realmente significa esforzarse por obtener lo que quieres, y vaya que Christopher sabe lo que es eso, pues desde que tiene 16 años vive solo en la ciudad de Los Angeles, por lo tanto ha tenido que aprender a trabajar por lo que quiere.
-Claro que sí-asiente y como le dijo la chica, lo pone en la bolsa digital donde la chica ha estado cargando sus compras de esa mañana. Se acerca a Zabdiel, su compañero, quien se encuentra sirviendo un par de copas de champán.
-Las odio-dice de la nada y su amigo se girabpara prestarle atención.
-¿Qué?
-A las personas como ellas, son tan... Ugh.
-Bro, no dejes que los jefes te escuchen diciendo eso, o te quedarás sin tu preciado reloj...
Christopher se gira al estante derecho del local, y sus ojos brillan. Lleva meses trabajando allí, y podría decirse que está completamente enamorado de aquel accesorio, pero es extremadamente caro, tanto que lo ha tenido trabajando por meses en múltiples trabajos para así poder pagarlo.
Una vez de vuelta en la mesa junto a sus amigas, Victoria hace que los retos vuelvan a ponerse en juego.
-Es mi turno-dice la morena mirando fijamente a Cheryl-Vamos a ver... No voy a hacer que compres absolutamente, porque sé que tienes suficiente dinero para comprar todo en este lugar, incluyendo a las personas dentro, y también porque, de alguna manera, haces que todo lo que te pongas se vea jodidamente increíble-la rubia levanta los hombros y hace un gesto de modestia con una leve sonrisa en sus labios-Así que, voy a retarte a algo más difícil...
Cheryl puso sus ojos color cielo sobre la morena, escuchando atentamente lo que sea que estuviera a punto de salir de su boca.
-Besalo-dijo con un tono coqueto mientras sus ojos avellana señalaban discretamente al chico que la había atendido hace unos instantes.
-¡No voy a...
-Si no lo haces, tendrás que llevar a Johann a tu fiesta-continúa Victoria y Cheryl hace una mueca.
Definitivamente no llevaría a su ex a la fiesta, ella jamás repite ningún artículo, y él no sería la excepción, claramente.
La rubia examinó meticulosamente con su mirada al empleado y sólo pudo llegar a una conclusión: patético.
Ese cabello maltratado, las ojeras bajo sus ojos y ese uniforme que lo hacía lucir ridículo. ¿Realmente lo besaría?
Christopher notó la mirada de las seis chicas sobre él, así que, suspirando, se acercó a ellas suponiendo que lo necesitaban nuevamente.
-¿Puedo ayudarles en algo, señoritas?-pregunta de manera cortés.
No recibe respuesta, en cambio, sólo observa como la rubia de ojos azules que parecía ser la abeja reina del escuadrón daba un largo trago a su copa de champán para después dirigirse a él, halarlo de su camisa y estampar sus suaves labios sobre los suyos haciendo que su corazón lata con rapidez por la sorpresa.
Una vez el "apasionado" beso termina, Christopher observa como la rubia se gira hacia sus amigas para decir:-¡Oh Dios, no puedo creer que besé a ese tonto!-haciendo que sus amigas estallaran en carcajadas.
El castaño decide alejarse de ahí a paso acelerado hacía detrás del mostrador.
-¡Diablos, Chris, estás volando!-exclama Zabdiel en un tono burlón una vez que su amigo llega a su lado-¿Con la millonaria, eh?
-¡Cállate!-responde el castaño de manera repelente mientras intenta encontrar otra cosa para centrar su atención.
Christopher estaba avergonzado. Sí, definitivamente lo estaba.
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Volví.
¿Cómo han estado?
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3 | SEVEN RINGS
Fanfiction❝Quién quiera que haya dicho que el dinero no puede resolver tus problemas, probablemente no tuvo suficiente dinero para resolver los suyos.❞ Esta historia tiene los derechos de autor reservados, está prohibida su copia y/o adaptación, en caso de qu...