Viviendo como Lolbit

¡Primera llamada, primera!

¡Damas y caballeros, niños y niñas! Prepárense para conocer al más grandioso, genial, exitoso y al mejor comediante y animatronic del mundo.
Con ustedes:

¡Lolbit!

¡Hola lectores! Sean bienvenidos al primer libro autobiográfico mío; algunos se preguntaran ¿por qué ahora escribo esto como si fuera un espectáculo? Porque creí que sería divertido.
Bueno queridas e inocentes criaturitas, les contaré el inicio de mi "vida".

Me construyeron en Circus Baby's Entertainment and Rental a finales de los años 70, principalmente para entretener a los más pequeños en un restaurante que actualmente ustedes ya habrían escuchado, exactamente, Circus Baby's Pizza World, ya sean porque de niños visitaron esa linda locación alrededor de los ochentas o por los rumores sobre robots asesinos poseídos (algo que obviamente no es cierto), sólo que antes se llamaba de otra forma. Al principio iba a ser un prototipo para el nuevo modelo Funtime, pero luego decidieron ponerme en servicio por unos 6 meses mientras llegaban los definitivos.

Desde mis primeros días no tenía mucha confianza, aunque fuera un robot con todos los conocimientos básicos. Después de todo tenía que hacerlo, "no puedes saber si eres bueno en algo si no lo intentas" dicen.

Recuerdo cómo fue la primera vez en que estuve en el escenario, los primeros chistes que conté, las primeras rutinas de baile y, por supuesto, mi primera audiencia (no fueron muchos por cierto); no digo que fue de lo mejor, pero esos recuerdos son un tesoro que yo guardo en mi metálico corazón, es como cuando al fin pudiste aprender a caminar, a atar las agujetas de tus zapatos o a manejar la bicicleta; obviamente no experimente eso porque soy un animatronic, sin embargo no quiere decir que no pase otras similares ya que, al final de cuentas, son experiencias y son aprendizajes que hemos ganado a lo largo de nuestra vida.

Un día me puse a pensar cuanto he mejorado desde mi primer show ¡y vaya que mejoré! La verdad jamás imaginé que llegaría lejos con lo tanto que he aprendido y tal vez con lo que aprenderé en el futuro, y estoy feliz con ello.

Como decía antes; día tras día los trabajadores del local realizaban análisis por si el mecanismo funcionaba correctamente o, si no, me arreglaban o incluían más funciones para que los próximos modelos sean "perfectos". Así pasó un mes hasta que construyeron a otro prototipo a quien luego lo consideraría como mi primer amigo...