NUNCA SUCEDIÓ

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Emilio

"Chiquito bonito

Nos vemos más tarde?"

"No lo sé, tengo tarea atrasada"

Emilio

"Vamos, después yo te ayudo con ella

Papá me compró el nuevo Crash, no quieres probarlo conmigo?

O podemos ver una película si quieres"

"¿a qué hora?"

Emilio

"En cualquier momento después de las nueve

Antes estaré en la escuela ;'("

"La universidad ya no parece tan divertida ahora, ¿no es verdad?"

Emilio

"Por supuesto que no, me está matando

Tienes suerte de aún estar en la preparatoria

Entonces..."

"Entonces te veo allá"

Joaquín colocó su teléfono sobre su pecho y miró hacia el techo, pensando en un millón de formas diferentes en que podría haber respondido a ese mensaje de texto que lo haría parecer menos desesperado. Sabía por experiencia que cuando Emilio lo invita a jugar, significaba media hora de FIFA y una noche entera de besos, follando, haciendo lo que él quisiera. Joaco también lo quería, por supuesto, Dios, la idea de ver a Emilio más tarde ya estaba haciendo sonrojar sus mejillas. No obstante, odiaba lo jodidamente bien medido que Emilio lo tenía. Sabía cómo convencerlo, cómo complacerlo y cómo burlarse de él por eso.

Y a pesar de ello, tan pronto como leyó en las 21:00 horas en su teléfono móvil, Joaquín estaba en la puerta del departamento de Emilio. Esperando pacientemente por respuesta. El mayor apareció pronto en la puerta y sonrió con todos los dientes, como si no esperara nada menos.

Joaco no sabía exactamente cómo habían llegado hasta eso, tan sólo recuerda el siguiente lunes después de haberse enrollado con Emilio en una fiesta. Recuerda cómo sus ojos lo encontraron inmediatamente después de que llegó el Lunes para otro día de escuela. Estaba de pie junto a sus amigos en la entrada y le observaba mientras bajaba de la bicicleta a la par de Diego. Recuerda que su mejor amigo siguió hablando sobre algo, pero no le prestó atención, su mirada todavía estaba fija en Emilio. ¿Se lo habría contado a alguien más?, se preguntaba. Latimosamente, tenía miedo de averiguarlo. 

—¿Realmente no me estás escuchando de nuevo, Joaco?—Diego le dio un golpe en el brazo con el codo, pero la mente de Joaquín aún estaba muy lejos cuando se volvió hacia él. 

—Lo siento, ¿qué estabas diciendo?

—Olvídalo—respondió Diego sin mucho más detalle. Joaquín realmente estaba esperando que no se enojara por ello, y aunque el rubio sólo se rió, no se le pasó el modo en como su gesto se fruncía con molestia. Puso un brazo alrededor del hombro de Joaco y le revolvió el cabello, lo que sabía que iba a hacer pero no pudo detenerlo. Él sabía que odiaba eso—. ¿Te veo en el aula?

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⏰ Última actualización: Aug 04, 2019 ⏰

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