El caso de "Cerradura"

5 1 1
                                    

Hace una década atrás, en las afueras de la ciudad de Sotombo, habitaba Marcos, un joven de 16 años que vivía con sus padres. Su casa estaba en un barrio de mala fama, donde todas las noches la policía hacía rondas y se llevaba algunos detenidos.

Marcos recuerda que de niño estaba jugando afuera con su amigo apodado "Cerradura" cuando la policía entra por la fuerza a la casa de su vecino y sacaban a rastra a Roberto, el padre de su amigo junto con su madre Alicia y forzadamente intentaban adentrarlos al vehículo. Su recuerdo terminó al oír como su amigo trataba de frenar la situación.

Marcos se preguntaba que sería de la vida de su amigo ya que desde ese momento él no lo volvió a ver. Había escuchado rumores de que andaba en negocios ilegales, también había escuchado de otras fuentes que se había ido del país. ¿Quién podría saber que estaría haciendo?

Marcos entonces volvió a la realidad desde su pensamiento y siguió el transcurso hacía su casa. Luego de un tiempo, el joven llegó a su destino. Al entrar a su casa; les preguntó a sus padres que cómo andaba y luego les comentó sobre sus pensamientos, sobre su amigo. Tuvo una charla extensa con sus padres en donde le contaron la situación de ese momento, y aunque no sabían mucho trataron de explicarle lo más que pudieron. Le dijeron que unos meses atrás (antes de lo ocurrido), el padre de Marcos había escuchado el habitual chirrido de frenos de las camionetas policiales. Ante ésto le ordenó a su esposa que guardara aquello que parecía "interesante" de confiscar ya que "la cana" tenía la costumbre de arrebatar cosas sin pena alguna. Luego de que todo lo interesante había desaparecido de la vista, se puso a contar. La policía revisa las casas por un tipo de sistema numérico que él había tenido la suerte de descubrir. Aquella semana, su casa sería la número dos en ser revisada. Luego de 20 minutos de conteo, se entraño al no sentir la puerta siendo aporreada. Pensó que el sistema había cambiado así que continuó contando.

Diez minutos después la policía se había ido. Los vecinos, al ver que no hubo allanamiento alguno, se reunieron en la calle. Parlotearon un poco y decidieron hablar de esto al día siguiente. Solo entonces una semana después Roberto se animó a contar:

-La policía vino a mi casa, en realidad...

Roberto explicó que su hermana estaba en la cárcel. La policía fue a avisarle que si no pagaba la fianza directamente la fusilarían. Al parecer había estado teniendo algunas charlas con los que querían derrocar al gobierno y la cacharon a ella. Que en cualquier caso, él era su única familia y que no le quedaba de otra. Pero que si no podía pagarles con "guita", podía hacerlo de otra forma, con drogas. Comentó un "¿qué sé yo?" y se calló. Él trató de hacer lo que pudo, pero al final no le alcanzó. Fue entonces cuando cuando se lo llevaron y después no supimos nada más.

Al callar el padre de Marcos, este primero agachó la cabeza. Marcos inspeccionó la cara de sus padres, y re fue a su cuarto.

Mini-historiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora