Parte III

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Cada quien toma el camino a su casa, Javier se va con una sonrisa mientras escucha música con sus audífonos blancos. Claudia camina con su gorro puesto y las manos dentro de los bolsillos de su sudadera con los pensamientos revueltos al igual que los sentimientos.

A mi me gustaría estar contigo

No paraban de sonar esas palabras en su cabeza.

¿Sera sincero o solo quiere jugar conmigo? ¡No! ¡Claudia! Ni lo pienses te hará daño al igual que...él.

Al llegar a su casa se dirige a su cuarto tumbándose de inmediato en su cama intentando no mezclar su día junto a Javier con su pasado pero las lagrimas que se le han acumulado empiezan a escurrir por sus ojos y sus recuerdos cobran vida en su mente con mayor nitidez. Lo único que hace para encontrar consuelo es encoger sus piernas hasta su pecho intentando ahogar los gritos que en su interior se han guardado desde ese día.

El llanto al igual que el día la han dejado agotada. Cierra los ojos comenzando a relajarse y duerme.

  ***

Despierta exaltada con el corazón a mil, ve el reloj; son las siete y media, era demasiado tarde no había comido ni preparado para que sus padres al llegar lo hicieran. Tiene la garganta seca y la cabeza dándole vueltas. Mira su teléfono, tres llamadas perdidas de Javier y varios mensajes preguntándole si había llegado bien a su casa y si se encontraba bien.

-Si, gracias por la preocupación-

Deja el teléfono sobre el escritorio y corre a la cocina buscando que poder preparar.

Abre el refrigerador tomando todo lo que puede extendiéndolo en la mesa, rápidamente empezando a preparar lo primero que se le viene a la mente.

Quince minutos para las nueve y ya estaba listo todo, aprovecha el tiempo que le queda para poder comer. Nueve en punto y se escucha la cerradura de la puerta abrirse. Al entrar sus padres, se dirigen a su habitación para después bajar y cenar. Mientras ellos lo hacen ella se dirige a su cuarto. Al entrar mira que su teléfono esta vibrando, lo toma y al ver que era Javier contesta de inmediato.

-¿Bueno?-

-Claudia-

-¿Que paso? Ya se paso el tiempo en el que me podías llamar-

-Perdona es que me quede con pendiente-

-¿De que?-

-Sobre si habías llegado bien a tu casa-

-Sí, te mande mensaje diciéndotelo-

-No quede conforme-

-Bien ¿Ya lo estas?-

-Sí-

-Me tengo que ir-

-Vale, nos vemos-

-Sí, adiós-

Cuelga y baja rápido.

-¿Por qué no bajabas?- No entendía esa manía que tenia su padre por saber todo lo que hiciera.

-No me hablaron-

-Sí-

-Perdón no escuche-

Sus padres se levantaron sin siquiera agradecer. Lava los platos y se dirige a su habitación, se pone su pijama metiéndose a su cama para antes de volver a dormir leer un poco. Apaga las luces de su habitación y enciende su lampara de lectura. Malas decisiones numero cuatro...cayo pesadamente, dominada por la impotencia. ¿Cómo puede ser alguien tan valiente? Yo ya hubiera muerto la primera vez al ser golpeada.

Gracias a ti. urm.Where stories live. Discover now