Parte Única

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Tan helado...

Mark podía sentir la fría ventisca entrar por la ventana y tocar la piel de sus tobillos descubiertos. Inclusive podía escuchar al viento golpear el cristal.

Mark se removió entre sus sábanas buscando ocultar sus pies que se sentían húmedos, lo que indicaba que había estado lloviendo, aunque probablemente el agua ceso, pues no podía escuchar ni una sola gota de lluvia.

Abrió los ojos aún bajo la sabana, y busco desenredarse del revoltijo de mantas, hasta mirar hacia la ventana, que estaba más que empañada. Mirando al enorme árbol frente a su casa. Podía ver el goteo del agua caer de entre sus hojas, al igual que el color oscuro del húmedo tronco.

Tan frío...

Mark repentinamente se vio reflejado. Porque cuando Mark sufre, en todo se ve identificado. 

Los detalles le son más claros y se clavan en su pecho, tragando todo a su paso.

Y justamente en ese momento, Mark se sentía como un árbol en pleno otoño.

Estaban cubiertos; El árbol de hojas, él con mantas y ropa, pero hacia frío, y lo helado te quiebra, como el invierno al plumaje de un árbol, como el toxico brebaje de su yo enamorado.

A ambos una tormenta los golpeaba; Al árbol la lluvia lo inundaba, y a él la tristeza lo torturaba.

El agua cristalina sería consecuencia de aquel tornado; Las hojas del árbol se encontrarían goteando, como sus ojos estarían llorando.

Y tanto Mark como el árbol estaban vivos; El árbol lo sabía a través de su crecimiento, y Mark por su corazón tristemente latiendo.

Tanto Mark y el árbol se sentían muertos. El árbol estaría incoloro y seco, como Mark se vería fatídico y quieto.

Esperando a que pase el frío otoño, para poder ver a su sol completo.

La diferencia es que el árbol lo haría, pero Mark ya no podría...

Yo no podría | NCT MarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora