Your fault; VMin (M-preg)

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—¿Quién es mi bebé?

—Soy yo —dijo Jimin con una voz seductora, para después volver a meterse el pene a su boca. Cada vez aumentaba sus movimientos y el chico tomó fuertemente a Jimin del cabello, para después embestirlo. Jimin se aguantaba las arcadas, pues su cliente si la tenía de un tamaño bastante grande.

Después de varias lamidas y chupadas se corrió dentro de la boca de Jimin. Algo que odiaba Jimin. Tragar semen, en especial de alguien que no se cuidaba. Este sujeto fumaba queriéndose ver genial, pero sólo hacía que su semen tuviera un sabor horrible.

Besó a Jimin y le entregó su dinero. Jimin sonrió al ver el dinero.

—¿Quieres el cambio? —preguntó.

—Quedátelo, hiciste un gran trabajo hoy —dijo abrochándose el pantalón—. Veamos como me va con mi proyecto —suspiró.

—Namjoon, tú eres bueno en todo lo que haces, ningún proyecto, examen o profesor debe hacerte sentir estresado.

Namjoon acarició los labios de Jimin y volvió a besarlo.

—Siempre sabes qué decir —sonrió y salió del laboratorio que se suponía estaba cerrado y rato después salió Jimin pasando desapercibido por los conserjes.

<<La renta, la luz, el agua —pensó—. Hasta podría sobrarme y me compro algo de ropa nueva>>

Namjoon era el mejor cliente de Jimin, él provenía de una familia de dinero y siempre que se la chupaba le daba dinero como si se hubiera acostado con él y cuando se acostaba con él le pagaba como si lo hubieran hecho tres veces. Los demás sí pagaban lo que correspondía.

Jimin caminó por los pasillos para llegar a su clase de cálculo, no era novedad que hubiera uno que otro que se le quedaba mirando como "acusándolo" de lo que hacía, pero a él le valía todo acerca de los demás. Como dice ese viejo dicho: vive y deja vivir.

El profesor anunció diciendo que tenía las calificaciones del parcial, una sonrisa se asomó en sus labios, al recordar lo mucho que había estudiado para poder tener una nota alta, como siempre. Muchos decían que Jimin se la chupaba al profesor, pero él no era esa clase de chicos. Su éxito era honrado.

—Park —llamó el profesor. Jimin se levantó para escuchar su calificación. Ya casi no habían personas en el salón pues mediante los nombraban podían ir saliendo—. Tiene un ochenta —Jimin abrió los ojos sorprendiéndose de ello. No podía tener un ochenta de cien. Ya tenía en otras materias y eso le bajaba calificación.

—Profesor, necesito subir esa calificación. ¿No tiene algún trabajo extra? —preguntó—. Puedo hacer una serie de ejercicios.

—Hay algo que puede hacer —Jimin esperó a que el profesor hablara, pero sólo se mantuvo mirándolo un largo rato. Jimin entendía, pero necesitaba escucharlo de su boca para que el profesor no pensara que él se lo estaba proponiendo—. Espere a la salida.

Jimin se fue a sentar, golpeando con sus dedos el mesabanco. Revisó un rato Facebook y una vez solo el salón. Le habló a Jimin. Jimin lo miró incómodo.

—¿Sí?

—Escuché que tú haces ciertos favores —habló el profesor.

—¿Usted es casado? —preguntó nervioso.

—Este será nuestro secreto.

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Jimin corrió al baño a vomitar, empujó a un chico quién esperaba afuera en la puerta, que estaba estorbando en su camino. Una vez llegó a la taza a vomitar todo, comenzó a llorar y volvió a vomitar.