Capítulo 4: Un inicio problemático.

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Han pasado un mes y medio desde el incidente de los Épsilon, el entrenamiento de Lenin se puso más intenso desde ese momento, pero gracias a esos duros días él ha alcanzado un nivel aceptable para ser aceptado en la armada.

Por más que Canon haya intentado controlar el instinto asesino de Lenin no lo consiguió, él siempre llego a un punto donde perdía la razón y atacaba con fiereza cualquier cosa que tuviera cerca. Canon tuvo que detenerlo con su habilidad en muchas oportunidades e incluso llego a lastimarse seriamente para que parara.

Tras muchos éxitos y fracasos logro enseñarle lo necesario pero aún quedaba su problema principal, en una batalla Lenin no estaría solo y el descontrolarse causaría la muerte de sus compañeros. Canon advirtió al muchacho que mantenga su instinto al mínimo, eso no era fácil pues el Lenin lo había estado haciendo durante toda su vida. Con todo listo Canon le entrego una carta de recomendación y lo mando por un camino hacia la primera oficina de la armada en Temar, él no podía acompañarlo pues le surgió un trabajo inesperado.

Lenin camina en medio de bosque, él lleva una pequeña mochila con cosas de uso diario, en su cinturón trae una espada dada por Canon, su vestimenta es una armadura liviana hecha de cuero endurecido, muy útil para irse acostumbrándose antes de usar las de metal.

"Según esto... (Mirando un mapa con desconcierto) ¿Debo seguir por la ruta de la izquierda?... En momentos así extraño los Blix-Tech, aunque el mío era de segundo uso su GPS siempre me sacaba de apuros" - Pensaba Lenin y recordó una esfera blanca con la proyección de unas calles.

Al final el inexperto joven término tomando el camino de la izquierda, lo que no se dio cuenta fue de la presencia de un declive hacia un valle en el mapa, este camino era más largo y con dificultad pero lo llevaría al mismo lugar.

La nueva ruta estaba llena de bajadas, rocas para escalar, árboles frondosos que apenas dejaban entrar sol, desde lo alto se podían divisar un rio, un lago y un acantilado. Lenin pasó cerca de cuatro horas pasando todo eso, siendo ya de tarde él pensó en comer algo de lo que traía.

- Supongo que puedo la carne estará bien... - Lenin estaba a punto de abrir su mochila cuando el ruido de las ruedas de una carreta y unos gritos llamaron su atención.

- ¡ALGUIEN AYÚDEME! - Gritaba una voz femenina, el muchacho camino un poco y vio a una carreta pasar descontroladamente.

Él bajo a toda velocidad tras esa carreta, esta se dirigía hacia una pendiente que acababa en el barranco. Tras él se escucharon gritos y el galope de unos caballos. Lenin miro de reojo y observo a tres hombres en caballos, ellos tenían fusiles y apuntaban a la carreta. Fueron alrededor de cinco disparos de los cuales dos dieron en las ruedas de la carreta destrozándolas y lanzando a quien la conducía hacia el barranco. Lenin se quedó frio de la impresión pero aun así continuo corriendo, al estar cerca de esos tres hombres se abalanzo sobre el que tenía más cerca, así empezó a golpearlo.

- ¡QUÍTENME A ESTE MOJÓN DE ENCIMA! (Cubriéndose el rostro) ¿Qué le pasa a esta mierdecilla? - El hombre vio la oportunidad y lanzo a Lenin contra un árbol.

- Parece que alguien quiere morir joven. - Decía otro hombre desmontando su caballo y sacando su espada.

- Parece estar en buena forma... Los de las minas de Garata pagarían bien por él. - El último de ellos saco un rifle y le apunto pero algo los desconcentro.

- ¿ALGUIEN PUEDE AYUDARME? ¡ME DAN MIEDO LAS ALTURAS! - Desde el barranco se oía la voz de la chica que conducía la carreta, ella había caído en un pequeño espacio sin ningún problema.

- ¡ESPERA AHÍ! ¡TE AYUDARTE! - Le grito Lenin desenvainando su espada, no entendía el por qué pero esa voz resonaba en su mente.

˜ Esa voz la conoces pero no quieres aceptarlo, aunque también la siento diferente. ˜ Desde su interior puedo ver lo nostálgico que esta, esas criaturas parecen alteradas por esa voz.

El corazón del muchacho se aceleró, la adrenalina corría por su cuerpo... Esto era diferente a pelar con la intención de matar a su enemigo, era algo más fuerte y oscuro... Era un odio por todo ser vivo, era querer destrozar la misma existencia de sus oponentes... Querer olvidar el pasado más allá de su propia vida. Los caballos de estos hombres sintieron algo malo y huyeron, Lenin arremetió con fuerza contra ellos, bloqueando la espada del primero uso al segundo para protegerse de un disparo y luego lo lanzo contra quien le apunto.

- Este mocoso es un maldito demente... (Lenin le dio un fuerte espadazo que llego a partirle la espada) ¿QUÉ MIERDA? - El muchacho sujeto el mango con ambas manos y le corto la cabeza sin dudarlo.

Lenin tomo el cadáver y algo salió de su mano entrando en el cuerpo sin vida, los otros dos se quedaron asqueados por su presencia. Lenin emitía unos suaves y tétricos gemidos mientras se acercaba, esos hombres sentían repulsión de verlo al rostro, el muchacho tenía una expresión vacía y un líquido blanco fluyéndole de los ojos como lágrimas. Repentinamente unas palabras llenaron el lugar.

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Creado por el hombre... tú solo quieres existir,

ese extraño y escuálido cuerpo,

esos ojos negro azabache,

tus lindas manos a las cuales los tontos temen,

te hicieron condenarte a la soledad...

pero solo conmigo... únicamente a mi,

tus delgados y plomos brazos abrazaron con cariño mi alma...

mis azules ojos miran con amor tu lizo rostro,

y buscan con desesperación tus casi inexistentes labios...

quiero abrazarte y decirte que te amo...

no me importa que mis iguales estén en contra...

no me importa que al principio quisiera lastimarte...

no me importa que nuestro mundo se destruya...

volveré a ti porque soy tuya.

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Ese extraño poema rompió el silencio de aquel lugar, quien lo entonaba era la chica que colgaba del barranco. Ella lo había estado recitando para darse fuerzas y subir por la pendiente que cayo, pero esas palabras paralizaron a Lenin haciendo que caiga arrodillado. El líquido que caía de sus ojos se volvió negro y lentamente desapareció dejándolos normales, Lenin intento voltear hacia el barranco pero la hoja de una espada atravesó su corazón.

Fue un segundo de éxtasis, sentir como traspasaron su carne y apuñalaron su corazón no le causo dolor, ese poema lo había golpeado en un lugar donde mas profundo que la espada. Repentinamente el pecho del primer muerto exploto, algo blanco de ojos negros salto hacia los otros dos y devoro sus cuerpos enteramente. Cerca de Lenin se podía ver la sombra de una criatura larga similar a una serpiente, esta lo rodeo y entro por la herida de su pecho.

- ¿Qué sucedió aquí? (En el suelo estaba Lenin y alrededor habían charcos de sangre) ¿Este será el chico que intento ayudarme? (Acercándosele vio la herida en su pecho) Esto es muy grave... - Ella se sentó cerca de Lenin y saco una pequeña botella de su pecho, poniéndola entre sus palmas empezó a rezar, así vertió el contenido en la herida.

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⏰ Última actualización: May 06, 2015 ⏰

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