betterman ✧ misgio.

O3.- lasciami essere il primo

De: un chico que quiere ser tu primero en todo
Para: el jovencito de ojos hermosos (o sea tú,Giorno)

"Mi hermoso castálidas,déjame ser el primero en besarte el alma"

Mista llevaba un tiempo leyendo relatos antiguos sólo para ampliar su vocabulario y poderle escribirle cosas lindas —o decentes— a Giorno. De un forma,admitía que no era el mejor y tal vez nunca lo sería. Pero le tranquilizaba que el menor leyera sus cartas —¡o eso creía!—.

—ay,nueva inseguridad desbloqueada.— dijo curvando sus labios hacia abajo mientras se hacía el dramático. Pues podía,ya que estaba completamente solo en el patio de comidas. O eso pensaba hasta que escuchó la voz del dueño de sus pensamientos y corazón.

—¿qué inseguridad?.— preguntó triste.

—¡no! Ninguna.— se apresuró en responder agitando sus brazos. Giorno encontró tierno ese acto ya que el mayor parecía un pollito asustado.

—como tú digas.¿puedo almorzar aquí?— Mista se alarmó ya que con todo el tema de las cartas había olvidado su almuerzo.

—¡c-claro! Aunque mientras te vea comer voy a morir de hambre.— musitó triste.

—¿olvidaste tu almuerzo?— preguntó Giorno,aunque sabía la respuesta quería confirmar sus dudas.— si es así...podemos compartir almuerzo.

—¿realmente?

—claro,aunque no es mucho porque tuve que darle a un amigo.— rió recordando que Narancia era alguien muy olvidadizo.

—gracias y mil gracias.— sonrió listo para abrir el bento pero giorno le interrumpió.

—iré a comprar algo para beber. ¿Quieres?

—no te preocupes.— sonrió.

—tengo bastante dinero y no hay problema.— dijo. Y eso cautivó a Mista el cual empezó a mover su cabeza en señal de aprobación.

Cuando giorno se alejó,puso la carta en uno de los bolsillo de la chaqueta del menor ya que la estaban ocupando como mantel.

**

La tarde había pasado y Mista estaba muy feliz de haber compartido ese almuerzo con Giorno. Ya que el rubio le daba de comer y luego él también mordía el mismo pedacito de tomate — o de lo que estuvieran comiendo—.

Pero no estaba completamente contento ya que Giorno le avisó que esta tarde en particular no lo podría acompañar. Y por eso,Mista decidió irse a casa con Fugo.

El de gorro empezó a contarle al jovencito de aretes—con lujo y detalle—,el hermoso picnic que había tenido con Giorno.

—no te diste cuenta de algo.— habló fugo.

—¿d-de qué?— empezó a tartamudear del miedo a que fuera algo malo.

—no es nada malo pero,cuando te invitó las bebidas el dijo que tenía bastante dinero,¿no?

—sí. Incluso me sentí mal que gastara tanto en unos simples cafés para mí.

—si tenía tanto dinero como para gastar ochocientos yenes en un cafecito. ¿Crees que no tendría para gastar cuatrocientos cincuenta yenes en un almuerzo normal para ti?

—no entiendo cual es tu punto,Fugo.— se puso nervioso.

—mi punto es que quería compartir almuerzo contigo. Comer del mismo plato,los mismos palillos y mascar la misma verdura.

A Mista casi se le salió el corazón —¡Giorno quería compartir conmigo!— gritó demasiado alegre mientras abrazaba a fugo y le repartía besos en la cara por su gran fijación.

—no pensé que te gustaran dos rubias.— musitó Narancia,el cual recién había llegado al lugar ya que venía por la calle de al lado.

—¡no!— dijo el de gorra apartándose y volviendo hacer ese gesto que consistía en mover las manos como un pollito.

—¿entonces?— Narancia estaba intentado sonar celoso pero no podía ya que confiaba plenamente en sí mismo y en su pareja.

—¡Narancia!— le dijo fugo riendo ante la situación.—¡nos descubriste! Somos amantes y traficamos queso.

Los chicos empezaron a reír y luego todos siguieron su rumbo hacia sus respectivas casas. Y en plena tarde,donde ese día oscurecía más temprano,se encontraba un Mista sonriendo en su habitación.