-rayos…- jadee.- Nathan…-lo sé, pero no dejes de moverte.
Nuestra respiración estaba acelerada por los movimientos que hacíamos.
-¡ah!- mi voz salia entre susurros por el esfuerzo ejercido.
-espera Emma aún me falta un poco para llegar, no dejes de moverte.- jadeo. Seguía moviendo mis piernas, era cansado. -listo…- dijo con más aire que voz. tiro su cabeza hacia atrás.
me tire aún lado de él.
-vaya, ¿qué paso? Siempre llegas antes que yo.- le pregunte cuando ya habia recobrado el aliento. Él era mi compañero de trabajo, el cual se estaba recostando en el césped aún costado de mi.
-Bauman sabes bien, que lo he hecho antes de venir y mis extremidades estaban cansadas.
-No me vengas con eso, ya estas viejo.- bromee.
-solo soy un año mayor que tu.- ironizó y se subió arriba de mi.
-¡Nathan! Bájate de arriba de mi, estas pesado.- dije tratando de bajarlo de arriba de mi.
-bien.- se paro y extendio su mano hacia mi.-venga levantate hay que regresarte a tu casa debes tomar una ducha.
-bien, pero ya no vamos a correr, es muy cansado.
-esta bien chica floja.
No nos encontrábamos muy lejos de casa, estábamos en el parque principal.
Nathan y yo salíamos a correr los sábados y domingos, días en los cuales entraba un poco tarde a trabajar. Nathan es un compañero de trabajo de otra empresa pero no lo consideraba un amigo sino un alguien cercano a mi, aún no podía llamarlo así, es difícil ganarse mi amistad y él lo sabe.
-bueno señorita Bauman me retiro.- dijo juguetón haciendo una reverencia cuando ya estábamos en la entrada de mi casa.
Reí.-vamos Nathan, sabes que puedes pasar, ¿quieres agua?.
-no gracias señorita, debo estar en el trabajo en una hora. Al igual que tu por cierto. Ya que no todos los días te da un asenso tan grande.
-¡el asenso! Lo olvide por completo.
-¿porqué no me sorprende?- dijo con burla.
-Nathan…- arrastre su nombre de una manera un poco agresiva.
-lo sé, me retiro, ten un hermoso día como tu.
-deja tus malos piropos para después.- rodé los ojos con gracia.
-bien, ¡nos vemos mañana!- gritó desde la puerta.
Cuando escuche que la puerta se cerro, corrí hasta el baño mientras me quitaba cada prenda en el camino.
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Licht
RomanceEstábamos juntos, nada nos separaría, ya nada estorbaría. Podíamos ser nosotros sin mentir. Podíamos estar juntos sin escondernos. Podiamos estar plenamemte juntos, poder demostrar nuestros celos, nuestro deseo y nuestro amor. Éramos nuestra propia...