∆ capítulo 1 ∆
Es de madrugada y Bakugo ya esta caminando por los pasillos de UA, con un calientito abrigo y unas grandes ganas de café.Saliendo de su edificio exaló con gran énfasis, sólo para ver el vapor que su aliento caliente dejaba en el frío ambiente que le rodeaba.
A varios metros de su edificio se encuentra un área de lunch llamado "El sol que se asoma", donde hay bancas, áreas verdes, máquinas expendedoras, un pequeño restaurante de sushi de barra, contenedores de basura resiclable, baños, lava manos y por su puesto quioscos de comida.
Uno en particular era propiedad de una estudiante de cocina, la cual abría a estas horas por clientes tan madrugadores como los estudiantes de medicina y el particular señorito que se le aproximaba.
- Buenos días, Bakugo-kun.- dijo para después tomar el vaso mediano en el que le serviría agua caliente.
- Buenos días, "cara redonda".
La chica se detuvo en seco y lo volteó a ver, dirigiendole un seño fruncido.
Bakugo sonrrió al ver que logró su travieso cometido.
- Era broma, Uraraka.
La chica no quedo contenta con la supuesta disculpa, pero no le dió mayor importancia.
Ella siguió preparando el café y see quedaron en un callado momento.
Los pájaros que iban despertando cantaban con entusiasmo, así como el viento hacía diferentes sonidos con las cosas que rozaba a su veloz paso.Uraraka terminó.
- Aquí está, muy cargado. ¿No?- dejó el café en la barra de entregas y pedidos.
- Exactamente- sonrió mientras tomaba el vaso de café entre sus manos.- ¡cómo solo tú lo sabes hacer!
Uraraka siempre se alegraba cuando le elogiaban sus creaciones, y aunque viniera de Bakugo, valían mucho en su autoestima.
Bakugo sorbió sin cuidado su café, como si de un fresco zumo de naranja se tratase.
- ¡Qué tengan un buen día en la cosina, tú y tu redondez!- dijó el rubio con tono divertido para luego darce la vuelta y seguir su camino.
Uraraka se puso roja de vergüenza y coraje.- ¡Este idiota!- susurró entre dientes.
Mientras Bakugo seguía caminando, ella con una sonrisa divertida le gritó.
- ¡Revientate un tímpano y quiebrate una muñeca!
- ¡No lo haré!- le respondió a la lejanía.
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Café sin azúcar.
Así es como le gusta a Bakugo Katsuki, sin azúcar.
Las clases iniciaban a las 7:00 am
y el llegó al auditorio menor a las 5:30 am.En este lugar se tomaban las clases de música instrumental.
Este rato lo usaba para practicar con su batería.
Parecía que la batutas estaban adheridas a sus manos y mientras daba constantes sorbos a su café amargo vió la luz del amanecer entrar velozmente por la escasas ventanas del lugar.En el auditorio menor había toda clase de instrumentos y secciones donde llegan diferentes profesores dispuestos a enseñar, también muy buenos alumnos sedientos de mejorar y aprender.
Con esos pensamientos, Yaouyorozu se dirigía al lugar.
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La Guitarra y la Batería
FanfictionUn par de chicos de a academia UA que estudian para ser músicos se topan con un repentino bloqueo artístico. La angustia de no saber que hacer les llevará a buscar inspiración. Al conocerse comienzan a planificar sus proyectos y deciden poner manos...