Capitulo Uno.

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 No sabia con exactitud cuanto tiempo llevaban sus ojos contemplando aquella escena sublime aunque lo más seguro es que ya hubieran transcurrido al menos unas cinco horas como mínimo , pues recordaba que cuando llego a esa lujosa habitación de un carisimo hotel cinco estrellas el sol apenas comenzaba a ocultarse detrás de la inalcanzable linea difusa del horizonte mientras que ahora la figura platinada de la luna creciente se alzaba autoritaria en lo más alto del vasto cielo nocturno que se cernía sobre la por ahora silenciosa ciudad de Tokyo subyugando bajo su eterno dominio resplandeciente a las tímidas estrellas titilantes mientras custodiaba los sueños de todos los ghouls y humanos que normalmente se podían encontrar profundamente dormidos a estas horas disfrutando de la poca paz que aquella metrópolis conflictiva podía otorgarles al menos por el corto tiempo que permanecían inconscientes ; sin embargo aquello era algo que Tsukiyama Shuu no podía ni quería permitirse hacer en esos momentos tan preciosos de su vida. ¿ Como podía permitir que sus ojos se cerraran cuando tenía aquella magnífica obra de arte justo al lado suyo ? ¿ Como podía permitir que una emoción tan vulgar como el cansancio le impidieran deleitarse con la imagen del rostro sereno de aquel muchacho del que se había locamente enamorado ? ¡ Aquello seria una blasfemia ! ¡ Un pecado imperdonable que él no quería cometer ! O al menos eso era lo que pensaba el apodado Gourmet ante la idea de perder de vista así sea por un segundo aquella visión divina que solo podía definir como " perfecta " en todos los sentidos habidos y por haber.

Se acerco un poco más al hermoso ser que aquella noche lo había honrado no solo con el privilegio de compartir la cama sino también con el honor de ser el afortunado que lo despojaría de su virginidad solo para poder observarlo mucho más de cerca queriendo contemplar cada precioso detalle de ese joven encantador incluso las diminutas imperfecciones que este poseía si es que aquella gloriosa obra de arte podría tener alguna , y si las tenia Tsukiyama Shuu se declaraba incapaz de poder vislumbrarlas , pero eso no le importaba quería grabar al rojo vivo en su memoria todo cuanto pudiera de ese ser tan amado e indispensable para su persona que sin dudar un solo segundo le ordeno a sus orbes que recorrieran nuevamente el cuerpo entero del dueño absoluto de todos sus deseos.

Empezando por las alborotadas hebras de cabello blanco más suaves que la mismísima seda que se hallaban desparramadas por toda la extensión esponjosa de la abultada almohada de plumas sobre la que el dueño de aquella cabellera tan peculiar apoyaba su cabeza permitiendo sin saberlo que la luz de la luna acariciara los mechones de su corta melena blancuzca haciéndolos parecer delicados hilillos de plata tejidos entre si por las manos expertas del artista más talentoso del mundo entero , quién gustoso también se había encargado de esculpir aquel rostro divino que los orbes del ghoul miraban presos de una devoción vehemente nunca antes sentida por su dueño que se deleitaba con la imagen de aquellas largas pestañas plateadas que orgullosas decoraban el borde de los delicados párpados cerrados que mantenían ocultos tras de si las más hermosas gemas grisáceas que él jamas había visto antes a lo largo de su sádica insistencia movida por el deseo de devorar los más exquisitos e interesantes manjares humanos, un retorcido anhelo nefasto del que nunca podría arrepentirse tomando en cuenta que de no haberlo sentido nunca el destino caprichoso jamas le hubiera otorgado la bendición de poner a su amado en su camino solo para poder llevarlos hasta este punto aunque el poseedor del kynkaku admitía que por su culpa el principio de su historia de amor no fue él más idóneo que digamos , pero eso no era lo importante en estos momentos Tsukiyama prefería olvidar al menos por estos breves instante los tormentosos inicios de su relación con el fin de poder concentrar toda su atención en las agraciadas facciones juveniles de su acompañante que combinaban armoniosamente con aquellos finos labios suaves de textura similar al de la más bella rosa de pálidos pétalos rosados , unos labios tan deliciosos que segregaban al besarlos un néctar aún más exquisito que el tipo de sangre más raro del mundo al que el Gourmet prontamente se hizo un demandante adicto que advirtiendo el peligro de querer tomar nuevamente otra dosis de su droga personal sin que su distribuidor estuviese consiente decidió por su bien y el de su pareja dejar de observar aquella boca que incitaba al pecado para posar su mirada en aquel níveo cuello de cisne en donde resaltaba la marca rojiza casi cicatrizada de una mordida hecha por sus fauces golosas en medio del calor de la apasionada entrega que junto con su novio había protagonizado solo para dejar en claro ante el mundo entero al menos por unos cuantos minutos que aquel ser perfecto le pertenecía completamente a él , quería que aquel ángel caído se grabara entre ceja y ceja que él era su hombre , su dueño aunque también fuera su más devoto esclavo , un fiel sirviente que era capaz de dar su brazo si así conseguía demostrar cuanto lo amaba.

Miro más abajo aún encontrándose con el satinado pecho plano de su chico que subía y bajaba con absoluta serenidad producto de los calmados movimiento que los pulmones del joven hacían para poder respirar ; se permitió sonreír con prepotencia un instante al contemplar los minúsculos chupetones violáceos que resaltaban en contraste con la piel blanca de aquel torso , piel que había succionado hasta la saciedad aprovechándose de que su amado estaba muy ocupado con las sensación que el golpeteo constante de su miembro hinchado contra su próstata provocaba en el resto de su cuerpo como para darse cuenta de las otras cosas que él le hacia en medio del consensuado arrebató de pasión desenfrenada que hace poco tiempo habían protagonizado gustosos. Paso a contemplar los brazos de su amante , los cuales según el poseían la proporción perfecta , ya que estos tenían la fuerza suficiente como para aferrarse a su espalda mientras el lo embestia sin ningún problema al mismo tiempo que albergaban la suficiente delicadeza como para proporcionarle las más delicadas caricias poco después de que ambos hubieran llegado al orgasmo.

Un tenue suspiro por parte del joven inconsciente que acto seguido se removió un poco sobre la cama logro distraer un poco al Gourmet antes de que este se diera cuenta que la tela rojiza de la sabana de seda que cubría el cuerpo de su amado amante se había resbalado con cierto aire picaresco de su lugar permitiéndole ver el abdomen plano de su chico que Tsukiyama esperaba ver algún día abultado debido a la presencia de un hijo suyo en el interior de su joven pareja , pero manteniendo bajo su resguardo aquella parte de la anatomía del ghoul más joven que él mismo había degustado con avidez esa noche acalorada guiado por la lujuria y dominado por la gula. Ante aquel recuerdo tan reciente el portador del kynkaku no pudo evitar que su lengua maliciosamente hábil en las artes amatorias relamiera gustosa sus propios labios evocando el momento preciso en que al engullir completamente esa parte prohibida logró que brotará un agudo gemido de la boca de su adorado.

Continuo su recorrido fijándose esta vez en aquellas delgadas y estilizadas piernas de su amante con las que hace poco había estado rodeando su cintura , pero que ahora se hallaban enredadas entre la sabana de seda que parecía tener voluntad propia y un profundo deseo de torturarlo , ya que parecía poseer el conocimiento exacto de cuenta piel debía mostrarle y cuanta no solo para tener el placer de jugar con el inestable autocontrol que poseía tentándolo con una imagen sumamente erótica del objeto de su afecto que amenazaba con volverlo completamente loco de excitación hasta el punto de que por un segundo en su mente se instalo la idea de aprovecharse de que su amor estaba profundamente dormido para introducir suavemente su miembro que comenzaba a tomar forma ante aquella visión tan sensual dentro de este utilizándolo rápidamente como mera herramienta de placer sin que en ningún momento pusiera darse cuenta de lo que Tsukiyama le había hecho mientras estaba inconsciente ; idea que pronto el Gourmet descartó alegando que si bien estaría más que gustoso de volver a hundirse en el estrecho interior de su novio no podía obviar el hecho de que aprovecharse de su inconsciencia para poseerlo a su antojo era considerado una violación , un acto tan despreciable con él que nunca se atrevería a mancillar su amor.

Sin embargo a pesar de la resolución de Tsukiyama este no podía negar que la situación en la que se había envuelto se estaba volviendo sumamente peligrosa , pero aún así no podía dejar de mirar a Kaneki y es que aún no se podía creer del todo que su amado le correspondía en un cien por ciento sus sentimientos ,todo le parecía tan irreal , Kaneki Ken lo amaba , se había entregado a él y le había prometido darle un hijo en un futuro cercano , todo eso le parecía un sueño y si de verdad todo esto era un dulce sueño entonces él no quería despertarse , quería permanecer en ese mágico idilio amoroso si solo así Kaneki , SU amado Kaneki podía ser suyo.

- Solo mío , solo seras mío Kaneki-kun - susurro esas palabras en el tono de voz más dulce del que podía disponer acariciando suavemente la mejilla del híbrido dormido regodeándose con lo hermosas que sonaban aquellas frases en sus labios , las cuales expresaron con sencillez todo lo que Tsukiyama Shuu quería en esta vida

- Soy tan tuyo como tú eres mío Tsukiyama-san - pronuncio de repente Kaneki Ken abriendo sus ojos para clavar su mirada grisácea en los ojos del Gourmet mientras colocaba su mano sobre la del mayor que seguia puesta sobre su mejilla

- ¿ Desde cuando estas despierto ?

- Nunca me dormí realmente - le respondió el albino con una dulce media sonrisa dibujada en sus labios - Ven , abrazame y vámonos a dormir para que el sol nos sorprenda juntos y sea testigo de nuestro amor , que sepa que tú eres mío y yo soy tuyo

- Con mucho gusto mon amour - le respondió Tsukiyama con una sonrisa mientras sus brazos rodean la cintura del portador del rinkaku para luego darle un pequeño beso en los labios antes de que ambos cayeran juntos en los brazos de Morfeo.

Mientras duermesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora