Venganza

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"Koraline... Tú serás la primera" pensé.

Una semana bastó para adaptarme a este "mundo moderno", ya era hora de ir a por todos y cada uno de aquellos que estaban esperándome para ser ejecutados... No tienen idea del infierno al que voy a llevarles, voy a destruir sus mentes con un simple pensamiento, ya que, hay un dicho de manicomios que reza así: "Para los locos, una enfermedad mental es más que eso, es un superpoder". Y siendo eso más que cierto... Pueden considerarme un Superman...

Koraline es mi tierna y dulce hermana, esa que yo pensé que jamás iba a abandonarme, aquella que ha sabiendas de mi enfermedad mental y mi necesidad de compañía... Me abandonó... Pero mi hermanita hoy en día también fue abandonada, así que ya es hora de que su hermano vuelva a casa a hacerle una grata compañía... Koraline, Koraline, Koraline...

Cierta mañana de Abril descubrí el día indicado o debería decir, la noche indicada... Maldita Koraline...

12 de Abril de un año cercano

11:47 pm

Koraline dormía plácidamente recostada encima de su cama, este era el momento indicado para atacar y lo sabía. Las personas son más vulnerables en sus sueños, atácales ahí y les introducirás en una eterna pesadilla.

Entré a su casa sigilosamente desde el tejado, usé un soporte para derretir la cerradura y cuál gato descendí usando las escaleras... De la sala a la habitación fue más fácil aún. Yo conocía muy bien esa casa, cada puerta, cada habitación, salón, comedor... En cuestión de segundos ya me encontraba de pie frente a la cama de Koraline, mirándola con sumo odio.

"Querida Koraline, ha llegado tu hora" pensé.

Luego asegurarme de que la cada de Koraline estuviese completamente sumida a la oscuridad apagando todas las luces, me puse de pie al lado de la cama de Koraline, dispuesto a atacarle en sus pesadillas. La oscuridad en la casa de Koraline invadía mi mente, dejando salir a mi locura interna en forma de demonios...

- ¿Lo sientes, hermana? - le pregunté a Koraline mientras dormía -. ¿Acaso puedes sentirla?

Mi locura había adoptado la forma de un espectral y oscuro demonio gracias a las sombras en la casa y se posaba justo encima de la frente de mi hermana.

- Eso es lo que yo siento cada vez que hago un vago fallido intento por dormir - dije.

Quería compadecer a Koraline, ya que yo sentía también en carne viva el terror que en sus pesadillas estaba viviendo, mi locura estaba haciéndole el daño que estamerecía en su punto más vulnerable.

- Tú decías que Freddy Krueger era el único asesino que podía mutilar a sus víctimas en sus pesadillas, te equivocaste Koraline... ¡Te equivocaste! - grité con euforia -. Ojalá Wes Craven me pida perdón algún día, pues yo soy el verdadero rey de las pesadillas.

El rencor por el abandono de mi hermana en un momento clave de mi vida creció de manera exagerada, permitiéndome sentir mucho más poder dentro de mí, la locura era mi poder más grande.

- ¿Lo sientes hermanita? - pregunté -. Ese veneno nefasto y putrefacto que te corroe las entrañas y te debilita lentamente; y por completo.

Mi hermana, aún inmersa en su funática pesadilla alcanzó a mover un dedo de su mano derecha la cual reposaba encima de ella. Al percatarme del asunto no pude evitar sonreír.

- Es lo malo de las pesadillas ¿No lo crees hermanita? - pregunté -. Puedo llevarte al infierno si quisiera - susurré en su oído -. Porque yo tengo el control de tu oscuridad interior, yo soy esa locura que te está destruyendo desde adentro.

ConejitoWhere stories live. Discover now